Maullidos Urbanos: López Obrador y los periodistas
Gato de Barrio
SI bien la relación entre Andrés Manuel López Obrador y los medios de comunicación, en especial con los reporteros, no ha sido la mejor, a partir del operativo fallido en Culiacán se ha tensado más lo cual se refleja en las últimas conferencias mañaneras en Palacio Nacional.
Ha sido tal el grado de tensión que no solo ha criticado a medios como La Jornada y Proceso, medios que desde sus diferentes épocas de proselitismo político le han sido favorables, sino que además se ha confrontado con sus reporteros.
Sucede que el presidente no quiere entender la real función de los comunicadores, de los verdaderos periodistas, no de aquellos que en las mañaneras se dedican a aplaudirle y, prácticamente, echarles porras a todos sus mensajes y decisiones, porque debe puntualizarse que a esas conferencias de prensa asisten representantes de medios desconocidos o de nula trascendencia, pero se sienten como si fueran ganadores del premio Pulitzer.
Los representantes de medios serios han de cuestionar a López Obrador y a los integrantes de su gabinete de seguridad, por la información imprecisa revelada acerca del mencionado operativo, ya que demandan respuestas concretas y profundas.
De acuerdo con el presidente, “son cosas distintas el periodismo y la política”, ya que “son asuntos muy serios que requieren responsabilidad y no se puede por el amarillismo poner en tela de juicio una acción tan importante, que es un parteaguas en lo que era una política autoritaria, que nunca fue cuestionada por los medios, con honrosas excepciones”.
Por su parte Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, pidió “en buen plan” a los medios entender que en el operativo, las autoridades no estaban pensando en la información, sino en la decisión para salvar vidas a partir de ponerlo en libertad”.
Debe mencionase que en una reciente gira de trabajo, el vehículo que transportaba a los reporteros de la fuente presidencial se volcó, donde varios periodistas resultaron lesionados. Ante ello, López Obrador propuso que los medios no envíen a su personal a los recorridos, sino que realicen la cobertura ya sea con corresponsales o mediante la transmisión televisiva de sus conferencias mañaneras, lo que por supuesto le fue ampliamente criticado.
López Obrador debe comprender que los medios serios y profesionales no van a trabajar de acuerdo con lo que a él le agradaría, sino con lo que a los periodistas les interesa investigar y difundir de acuerdo a sus propios criterios. De no suceder así, entonces serán cada vez más frecuentes los enfrentamientos entre el Poder Ejecutivo y el llamado Cuarto Poder.