Maullidos Urbanos / Nueva secretaria de estado
Gato de Barrio
Cuando el PRI era la principal fuerza política, la oposición lo acusaba de que los funcionarios en el gobierno eran todólogos, es decir que podían ocuparse de múltiples responsabilidades que podían ser económicas, de educación o hasta salud aún sin tener la capacidad necesaria.
En el actual gobierno, llamado «de la Cuarta Transformación» se mantiene vigente esa situación, donde para el presidente Andrés Manuel López Obrador le resulta más que suficiente que sus colaboradores le sean leales incondicionalmente, aunque carezcan de capacidad o experiencia para desempeñarse positivamente en sus responsabilidades asignadas.
Así, además de un ingeniero agrónomo que dirige Petróleos Mexicanos, una periodista que es secretaria de Seguridad Ciudadana, entre otros casos, ahora se suma Tatiana Clouthier, licenciada en Lengua Inglesa en el Tecnológico de Monterrey con maestría en Administración Pública por la Universidad Autónoma de Nuevo León, como secretaria de Economía, en sustitución de Graciela Márquez Colín.
Al currículum de Clouthier debe agregarse que ha sido traductora, miembro de la Women’s Democracy Network, del grupo de promoción de la Cultura de la legalidad, y de Red Cívica, colaboradora en Reporte Índigo, El Porvenir, El Financiero y Milenio, autora de cinco libros y ponente en foros con temas de derechos humanos, ciudadanía y democracia.
En cambio Márquez Colín estudió la licenciatura en Economía en la UNAM, maestría en Economía en El Colegio de México, doctorado en Historia Económica en la Universidad de Harvard, autora de investigaciones sobre historia y política fiscal, comercial, industrialización, desigualdad y desarrollo económico comparado, así como profesora e investigadora en El Colegio de México.
No se puede comparar la trayectoria de ambas mujeres y, a pesar de todo, la ahora exsecretaria no logró destacar en su responsabilidad, incluso se le responsabiliza de la eliminación de ProMéxico y del Instituto Nacional del Emprendedor, además de no haber alentado debidamente las inversiones nacionales y extranjeras en los últimos dos años.
A pesar de que el gobierno federal actual insista en afirmar que son diferentes, actúa como lo hacían anteriores administraciones, donde en muchas ocasiones los cargos se otorgaban como premios políticos más que como reconocimiento a sus capacidades.
Por el momento se debe otorgar el beneficio de la duda a Clouthier y ver cómo se desempeña en su nueva responsabilidad pública. Ojalá y tenga éxito en beneficio del país.