Alebrijes en Cuadratines/ Salarios de servidores públicos a discusión
Alebrijes en Cuadratines
Salarios de servidores públicos a discusión
POR Adrián Chavarría Espinosa
Como parte de las medidas de austeridad y de recorte de gastos en el Instituto Nacional Electoral, además de la devolución de más de mil millones de pesos a las arcas federales, también se anunció la reducción del 10% de los consejeros electorales. Por otra parte, al anunciarse a los cinco ciudadanos electos para integrar el Comité de Participación Ciudadana, órgano rector del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), también se informó que su sueldo mensual será de cien mil pesos.
Este grupo es integrado por Mariclaire Acosta Urquidi, Alfonso Hernández Valdez, José Octavio López Presa, Luis Manuel Pérez de Acha y Jacqueline Peschard Mariscal, donde esta última será la primera en presidir el Comité de Participación Ciudadana y, además, presidirá el Comité Coordinador encargado del diseño, promoción y evaluación de políticas públicas de combate a la corrupción. Además, habrá un secretario técnico, quien recibirá como salario 200 mil pesos mensuales.
Para muchos este salario, bajo el régimen fiscal de honorarios ‑es decir, no tendrán lo que se llama base laboral‑, resulta excesivo ya que es la primera vez que un órgano colegiado integrado por ciudadanos elegidos en un proceso ajeno a los partidos políticos y transparente dirigido por otros ciudadanos con funciones públicas.
En el Comité también participarán los titulares de la Auditoría Superior de la Federación, de la Fiscalía Especializada de Combate a la Corrupción, el secretario de la Función Pública; un representante del Consejo de la Judicatura Federal; el Presidente del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales y el Presidente del Tribunal Federal de Justicia Administrativa.
Pero de nuevo con el INE, se presentó una inconformidad. Resulta que el consejero Benito Nacif envió una carta al consejero presidente, Lorenzo Córdova, para informarle que impugnó ante el Tribunal Electoral la decisión de la Junta General Ejecutiva, de reducir los salarios de altos funcionarios en 10% como medida de austeridad y sensibilidad ante la situación económica del país.
De esta forma su salario mensual se reducirá de 177 mil pesos a 160 mil pesos, cifra que de ninguna forma puede considerarse como baja, si se considera que el salario mínimo es de 80 pesos con 4 centavos diarios, es decir de dos mil 401 pesos con 20 centavos, por lo cual significa que Nacif gana más de 66 veces la remuneración mínima.
Además, como alto funcionario debe gozar de una serie de prestaciones como gastos de representación, vehículo oficial, con chofer y gasolina, seguro médico, bonos de actuación, entre otros.
En su carta, el consejero advierte que “sería un error confundir la defensa de la legalidad con el rechazo a la austeridad”; detalla tres argumentos donde solicita al Tribunal definir temas laborales, legales y financieros, y en los que explica, entre otras cosas, que la ley laboral impide la reducción de salarios, que la Junta pudo haberse excedido en sus facultades y que existen otros rubros del presupuesto del INE que podrían significar mayor ahorro.
Asimismo, asegura que la reducción de salarios generará ahorros por 11 millones de pesos, mientras existen otras partidas del presupuesto “destinadas a proyectos prescindibles”, como serían el gasto en consultorías externas sin obtener resultados tangibles: 27.3 millones en estudios y eventos sobre la calidad de la ciudadanía, y la adquisición de 84.9 millones de pesos en plantas de luz para cada junta local y distrital.
Ya con estos antecedentes es donde surge la interrogante: ¿qué tan bien son pagados los servidores públicos? Vale aclarar que los excelentes salarios y prestaciones son básicamente para los altos niveles, ya que los medios y bajos tienen mínimos apoyos; quienes están sindicalizados tienen ciertos beneficios como pueden ser apoyo en transporte, para algunas comidas y en despensas
Pero quienes son contratados bajo el régimen de honorarios, son quienes tienen menos beneficios, al contrario: no se les aumenta el sueldo como a los sindicalizados; es más, cada seis meses dejan de trabajar una quincena para que al ser recontratado no genere antigüedad ni antecedentes laborales; carecen de vacaciones pagadas, pueden ser despedidos sin ninguna liquidación, entre otras circunstancias.
Lo criticable de casos como Nacif es que olvidan que desempeñarse como servidores públicos significa trabajar por la sociedad, que no lo hacen por una empresa que les redituará otro tipo de beneficios y que no ganan cualquier cantidad, como sucede con personal operativo o de los llamados niveles medios.
Si bien muchos son de los considerados burócratas que solo buscan cumplir un horario con la prensa de mayor beneficio con el menor esfuerzo, existen otros que en verdad se aplican en ofrecer el mayor y mejor desempeño en sus responsabilidades, porque finalmente son ellos los que ejecutan el trabajo diario.
Y si Nacif no está de acuerdo con la reducción salarial, pues que renuncia para ver si es que en la iniciativa privada logra tener un empleo con los mismos o mejores beneficios de los que disfruta actualmente, para que ya no se queje.