
Gato de Barrio /
Realmente Nicolás Maduro no puede comprobar legalmente haber ganado las elecciones presidenciales para iniciar un tercer periodo y mantenerse en el poder hasta 2031; incluso. ha intentado desccalificar las presiones de diversas naciones que han reconocido la victoria del opositor Edmundo González Urrutia, triunfo respaldado por actas electorales difundidas por opositores al actual régimen a través de las redes sociales.
Incluso el izquierdista Gabriel Boric, presidente de Chile, tras no admitir los resultados electorales oficiales, acusó al régimen venezolano de violar derechos humanos y expresó su certeza de que Maduro intenta «cometer un fraude», al no presentar públicamente las actas de la elección presidencial donde dice haber ganado con el 52% de votos.
Además, los gobiernos de Brasil, Colombia y México han calificado de fundamental que el Consejo Nacional Electoral de Venezuela dé a conocer las actas que le otorgan la victoria a Maduro, lo cual no sucederá porque no las tiene en su poder, son inexistentes.
Maduro ha resistido presiones y como parte de sus intentos para limitar las acciones de sus opositores, ha adoptado acciones que podrían calificarse de irracionales como querer no sólo censurar, sino eliminar las redes sociales al afirmar que «promueven un golpe ciberfascista”.
Las acusa de usar el proceso electoral y ha expresado textualmente: “Acuso a TikTok y acuso a Instagram de su responsabilidad en la instalación del odio para dividir a los venezolanos». Pidió a su Consejo de Seguridad «recomendaciones «para regular las redes sociales y así evitar un «golpe de Estado ciberfacista criminal».
Días antes había exhortado a los venezolanos a romper y desinstalar de sus dispositivos la aplicación de WhatsApp, pero este jueves Maduro ordenó la suspensión por diez días de la red social “X”, tras acusar a Elon Musk, su propietario. de incitar al odio y al fascismo. Reiteró que el empresario ha violado «todas las normas» de su propia red social, «incitando al odio y al fascismo».
Sin embargo estas amenazas y medidas contra las redes sociales de ninguna manera le ayudarán a Maduro a legitimar su reelección presidencial y, de continuar con acciones en contra de los opositores políticos, se acelera el riesgo de una violencia generalizada.
Pero de lograr mantenerse en el poder, lo único que provocará será que cada vez un mayor número de venezolanos emigren de su territorio para buscar mejores condiciones de vida en otros países.
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