ColumnaFOTOPolítica

Maullidos Urbanos: Dislates de la Cuarta Transformación

Gato de Barrio

gatodebarrio@yahoo.com.mx

Los tres principios que ha impulsado Andrés Manuel López Obrador desde hace años en sus actividades proselitistas han sido: no robar, no mentir, no traicionar. Sin embargo, en varias ocasiones los han roto, tanto el actual presidente como varios de sus colaboradores.

Por ejemplo, López Obrador en su mensaje difundido el fin de semana en sus redes sociales, afirma que de ninguna forma el pueblo permitirá un golpe de estado en México. Pero ¿quién o quiénes han expresado un despropósito de este tamaño en la actualidad? Nadie, absolutamente nadie lo ha pensado siquiera.

Nadie le discute a López Obrador que él ganó legítimamente las elecciones en 2018, lo que le permitió acceder al poder sin problema alguno, aunque varios sectores se muestran inconformes con sus programas y acciones, incluso varios de ellos han sido impugnados jurídicamente pero son vías perfectamente legales y válidas

Que el presidente hable de un presunto golpe de estado en México es sencillamente un disparate, lo cual ha generado una serie de especulaciones del por qué lo expreso, incluso se considera que lo manifestó como una posible cortina de humo para intentar ocultar otro problema o distraer la atención de la sociedad para que piensen en otros temas. ¿Eso no podría calificarse como una mentira?

Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, acudió con la representación presidencial a la toma de posesión de Jaime Bonilla como mandatario de Baja California, donde la nota sería que con su victoria electoral se terminaron con 30 años de gobiernos panistas, pero lo destacado es la pretensión de quien fuera candidato de Morena de intentar mantenerse en el poder cinco años, en lugar de los dos establecidos originalmente.

Por ello se han suscitado tanto polémicas políticas como diversas demandas legales en contra de la llamada Ley Bonilla, incluso Sánchez Cordero en su calidad de exmagistrada de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se había mantenido al margen de expresar una postura a favor o en contra.

Pero al término del acto formal de rendición de protesta de Bonilla, cuando ella creía que estaba en un salón privado, lejos de miradas y oídos públicos, en redes sociales se difundió una conversación donde la Sánchez Cordero avalaba los cinco años de mandato, aunque después intentó aclararlo, pero el daño ya estaba hecho. ¿Eso no es mentir o traicionar?

Por lo visto los morenistas no cumplen con sus principios éticos y políticos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.