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Alebrijes en Cuadratines / Regreso a clases presenciales, decisión cuestionada

 

Adrián Chavarría Espinosa

ache57@yahoo.com.mx

Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador ha insistido que el próximo ciclo escolar, programado para iniciar a finales de agosto, deberá comenzar con clases presenciales, realmente las actuales condiciones no resultan ser las más adecuadas ya que en estos momentos en el país se registra la tercera oleada de contagios de covid-19.

Según expresó que no se puede “negar la posibilidad a los que no quieran regresar, porque también una cosa es decir vamos a abrir las escuelas y otra cosa es vamos por la fuerza a abrir las escuelas”, pero reiteró su llamado para que madres y padres de familia, junto con maestras y personal escolar se preparen para mejorar las escuelas, porque muchas de ellas quedaron abandonadas por la pandemia.

Argumentó que es urgente retomar las clases presenciales, porque de seguir con las clases virtuales el daño sería mayor, no solo en lo académico también en lo emocional para los menores, y subrayó que “no solo es el retraso académico, la mejor terapia para los niños y jóvenes es la escuela”.

Aunque ha afirmado que los niños no se contagian, de acuerdo con la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, de marzo de 2020 al 4 de julio de 2021 tan solo 41 menores perdieron la vida, de ellos 18 tenían de cero a cinco años, 15 de 12 a 17 años y ocho de seis a 11 años.

Respecto a los contagios el primer lugar lo ocupa la Ciudad de México, con 14 mil 484 seguido de Tabasco, con cuatro mil 944; Guanajuato, con cuatro mil 871; Estado de México, con cuatro mil 231; y Nuevo León, con dos mil 694. Entonces es falsa su aseveración.

Un primer obstáculo para regresar a las escuelas es que en menos de dos meses todos los planteles deberían ser rehabilitados con diversos apoyos sanitarios como agua corriente, gel antibacterial, toallas de papel, además deben considerarse reequipar los múltiples planteles vandalizados, que carecen desde mobiliario, sanitarios y hasta instalaciones eléctricas.

Sin menospreciar esos problemas, existe uno mayor: el tercer rebrote de la pandemia pero con dos particularidades generadas por la vacunación. Por un lado, haber recibido al menos una dosis generó una sensación de confianza, por lo cual se han relajado las diversas medidas preventivas e incrementado la asistencia a eventos masivos, lo cual provocó que la semana pasada se elevaran los contagios, incluso cuatro días rebasaron la cifra de doce mil.

También, gracias a la vacunación, los enfermos no han sido tan graves, ante lo cual no se han presentado excesivos ingresos a los hospitales, saturación de camas o casos de intubados, como tampoco excesiva demanda de equipos de oxígeno, pero no hay que confiarse ya que con la aparición de nuevas variantes las infecciones pueden volver a agudizarse.

Por la alza en los contagios y ante la falta de actualización del semáforo epidemiológico por parte de la Secretaría de Salud federal, por iniciativa propia los estados de México, Colima, Michoacán, San Luis Potosí y Oaxaca decidieron retroceder para pasar de verde al amarillo.

Según los pronósticos de las autoridades de salud, en agosto la capital podría llegar a un pico máximo de tres mil 500 hospitalizaciones y anticipan que gracias a la inmunización se lograría evitaría una ola de contagios semejante a la registrada en diciembre y enero pasados.

Por todo lo anterior surgen los temores de que pese de la campaña de vacunación y por las deficientes condiciones en las escuelas, por el regreso a las clases presenciales se generen más contagios, principalmente entre los menores y adolescentes, quienes hasta el momento no han sido programados para ser inmunizados.

Y aunque el presidente diga que el regreso sería voluntario, por la forma como ha expresado su propósito volver a clases presenciales, sin duda habrá presiones sobre padres de familia y personal académico para lograr ese propósito. Pero no es únicamente reanudar las clases, sino también mantener vigentes las actividades productivas a fin de continuar con la reactivación económica que tanta falta le hace al país.

Debe considerarse la aparición de nuevas cepas que podrían ser más letales donde al menos las variantes –Alfa, descubierta en Gran Bretaña, Beta en Sudáfrica, Gamma en Brasil y, la más contagiosa, Delta surgida en la India–, ya han sido confirmadas en varios estados.

Por último, debe verse si se concreta la promesa de que a más tardar en octubre ya tendrían, al menos una vacuna, todos los mayores de 18 años, principalmente por las irregulares cifras en materia de inmunización diaria; de no cumplirse con esa meta la presencia de la pandemia podría extenderse hasta los primeros meses del próximo año, con todas sus secuelas económicas, políticas y sociales.

Mientras, no está por demás, aunque ya se esté vacunado hay que mantener las medidas sanitarias personales, puede ayudar a evitar más contagios y, muy probablemente, más agresivos y dañinos.

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