ColumnaFOTOPolítica

Alebrijes en Cuadratines: Excesiva austeridad

Adrián Chavarría Espinosa

ache57@yahoo.com.mx

La Cámara de Diputados aprobó la propuesta de Ley Federal de Austeridad Republicana, propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, por lo que solo falta el aval del Senado para sus efectos constitucionales, además de que deberá contarse con un Comité de Evaluación encargado de promover y evaluar las políticas y medidas de los entes públicos y rendir informes de evaluación anuales.

            Su propósito es limitar los que en esta administración federal se consideran como gastos innecesarios del gobierno federal, así como determinar que los ahorros sean destinados a los diferentes programas establecidos en el Plan Nacional de Desarrollo o, bien, el destino que por decreto determine el jefe del Ejecutivo como ha informado, canalizarlos a Pemex.

            Para lograr esos ahorros se establecen, entre otras medidas, prohibir el derroche en energía eléctrica, agua, servicios de telefonía fija y móvil, gasolinas e insumos financiados por el erario; se anularán contratos suscritos con empresas sido otorgados mediante el tráfico de influencias, corrupción que dañen al erario así como la cancelación de bonos económicos.

            También se eliminarán privilegios, como contratación de seguros privados de gastos médicos, de vida o de separación individualizada o colectiva; se evitará el engrosamiento del aparato burocrático, con todo ello se obtendrían ahorros sin existir impactos presupuestarios, pues se haría una reasignación para mejorar la distribución y calidad del gasto.

            Otros ahorros derivarían de la cancelación de seguros privados de gastos médicos, de vida, de ahorro, de separación individualizada o colectiva y cajas de ahorro especiales, además de evitar engrosar el aparato burocrático y la duplicidad de funciones, además de eliminar pensiones de retiro de extitulares del Ejecutivo federal, distintas a las del ISSSTE, así como asignarles servidores públicos cuyos costos sean cubiertos con recursos del Estado.

            Como medidas anticipadas y ya aplicadas se inició la venta de automóviles, helicópteros y aeronaves oficiales, incluido el avión presidencial, además de que para sus giras se utilizan aerolíneas comerciales, sin omitir la reducción y limitación de salarios, la cancelación de los contratos de honorarios así como personal de apoyo supuestamente excesivo e innecesario.

            Pero la duda sería: ¿un gobierno austero qué tan eficiente y productivo puede ser?

            Si consideramos el recorte de personal de honorarios y aparentemente excesivo a rajatabla, es decir sin considerar sus funciones operativas ya generó problemas principalmente en el sector salud donde incluso médicos residentes a quienes se les cobró un bono otorgado en diciembre, pero ahora esos profesionales realizaron otras demandas laborales.

            De igual forma empleados de varias áreas de Bellas Artes, como músicos, que realizaban presentaciones ocasionalmente resultaros perjudicados, además de servidores públicos renunciados del SAT, entre otras dependencias.

            La verdad es que en muchas ocasiones el personal de honorarios, quienes no gozan de los beneficios y prestaciones otorgados a los trabajadores de base, son quienes sacaban el trabajo más pesado, pero esta situación fue ignorada por las autoridades federales,

            Además, con la limitación salarial para que ningún funcionario gane más que el presidente y la cancelación de los bonos económicos, de ninguna forma resulta un aliciente para que profesionales bien preparados se interesen en trabajar en el servicio público, a pesar de que se diga que resulta muy honroso y que “está muy difícil que haya un empleo más satisfactorio que el de servir al prójimo, aunque se gane poco y se trabaje mucho”.

            Esa medida provoca que muchos de los actuales colaboradores no sean tan eficientes como deberían ser y por eso sucede que no asesoran correctamente al presidente y éste comete errores por los cuales no solo debe disculparse sino entrar en contradicción con lo reportado por otros funcionarios.

            Acerca de la venta de los vehículos oficiales es una medida exagerada, al igual el hecho de que el presidente utilice vuelos comerciales. En el caso de los autos oficiales, se deberían proporcionar unidades austeras, no de lujo para que los funcionarios del alto nivel puedan cumplir adecuadamente con sus responsabilidades.

            Respecto a los viajes presidenciales, se debería contar con una aeronave austera, disponible de acuerdo a las actividades y agenda del Jefe del Poder Ejecutivo. ¿Qué sucederá cuando se presente una contingencia y requiera transportarse urgentemente a algún punto remoto y no haya vuelos programados?

            Acerca de toda esta insistente austeridad hay un punto que no se ha considerado: con todas estas medidas y restricciones ¿cuál es la imagen y el mensaje que se da al mundo? Creo que parece la de un país que se encuentra en las peores condiciones económicas, quizá peor a como se vive en Venezuela o en Cuba, donde existen graves y grandes carencias.

            Si bien el Presidente López Obrador puede seguir insistiendo en profundizar en la austeridad presidencial, debería reconsiderar varias medidas para evitar que causen perjuicios que, a la larga, resulten negativos y sino irreversibles, sus consecuencias resultarán cada vez más difíciles de poder resolver y recomponer.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.