Gato de Barrio /
El Partido Revolucionario Institucional sigue deteriorándose de forma inexorable, pero según Alejandro «Alito» Moreno, actual líder de la otrora maquinaria electoral que avasalló en México durante el Siglo XX, preside una institución fuerte y relevante, con una gran postura opositora ante Morena, pero la realidad es que solo vive de sus pasadas glorias.
Una muestra de que algo grave pasa al interior, sucedió la semana pasada cuando, por un lado, Enrique de la Madrid Cordero, hijo del presidente Miguel de la Madrid, renunció a su militancia de 43 años en el partido tricolor, mientras que en el Estado de México presentaron su dimisión Ana Lilia Herrera Anzaldo y Alejandro Castro Hernández, a la presidenenciaa y secretaría del comité estatal, respectivamente.
La renuncia al PRI de De la Madrid se suma a las de otros reconocidos exmilitantes, como Miguel Ángel Osorio Chong, exsecretario de Gobernación y exsenador; Claudia Ruiz Massieu, exsecretaria de Relaciones Exteriores, exsenadora y diputada; y de la exsenadora Nuvia Mayorga Delgado, donde el factor común es su inconformidad con la dirigencia de “Alito” Moreno.
Si bien De la Madrid es hijo del expresidente Miguel de la Madrid, él forjó su propia carrera: fue diputado federal y secretario de Turismo con Enrique Peña Nieto; aspiró a la candidatura presidencial por la alianza PRI-PAN-PRD, pero declinó en favor de Xóchitl Gálvez.
En el caso de Herrera Anzaldo, forjó su carrera bajo el apoyo de Arturo Montiel Rojas. Además, en el anterior proceso para elegir candidato para la gubernatura del Estado de México, era apoyada por Moreno, pero resultó ganadora Alejandra del Moral, quien era la favorita del entonces gobernador Alfredo del Mazo Maza –por cierto, ambos también renunciaron al PRI–, hecho por el cual no existió la ayuda proselitista necesaria de la dirigencia nacional tricolor, siendo uno de los factores para su derrota en las urnas.
Ahora se maneja la idea de que “Alito” Moreno pidió la renuncia de Herrera por haber incluido en su equipo de trabajo a personas cercanas a Del Mazo Maza. Sin embargo, estas dimisiones resultarían ser la desaparición definitiva del llamado “Grupo Atlacomulco”.
La realidad demuestra que bajo el liderazgo nacional de Alejandro Moreno, el PRI pasará a ser un partido más de la llamada chiquillada política, donde eventualmente podría tener cierta relevancia, pero bajo la actual mayoría de Morena tanto en el Congreso de la Unión como en un gran número de las legislaturas locales, simplemente será un partido satélite, uno más, pero sin representar una verdadera oposición.
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