ColumnaFOTOPoliciaca y Justicia

¿Adiós a los abrazos del Peje a los delincuentes? / Maullidos Urbanos

 

Gato de Barrio /

gatodebarrio@yahoo.com.mx / 

Aún no cumple un mes la nueva administración federal y los hechos de violencia no han sido reducidos o controlados, al contrario. Además de registrarse más eventos de esta naturaleza, como explosiones de autos bomba, también han sucedido enfrentamientos entre elementos militares con civiles, presuntamente integrantes de grupos del crimen organizado.

En verdad es poco tiempo para que existan resultados de la estrategia de seguridad que anunció Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana, pero la realidad es que el crimen organizado actúa impunemente, y aunque se diga que son enfrentamientos entre cárteles, también puede interpretarse como un reto al gobierno federal.

Además de la violencia de sábado y domingo, debe considerarse que en las semanas hubo explosiones de coches bomba en Acámbaro y Jerécuaro, Guanajuato, donde hubo tres policías municipales heridos y daños materiales.

Ante ello, en la mañanera del viernes en Los Cabos, Baja California Sur, García Harfuch negó tajantemente que fueran actos terroristas. En cambio, los definió como la disputa territorial entre dos grupos delincuenciales, presuntamente el Cártel Jalisco Nueva Generación y “un cártel muy local de Guanajuato”, en posible referencia al Cártel de Santa Rosa de Lima.

Sobre el enfrentamiento en Tecpan de Galeana, Guerrero, entre militares y presuntos delincuentes, con saldo de 17 agresores muertos y once detenidos, dos policías fallecidos y cuatro heridos, García Harfuch aseguró que el objetivo del Grupo Gente Nueva era atacar a un cártel rival y el enfrentamiento con los uniformados fue solamente circunstancial.

Por su parte el general Ricardo Trevilla, secretario de la Defensa Nacional, reportó que en el enfrentamiento en la comunidad sinaloense de Plan de Oriente, a principio de semana, murieron 19 miembros del Cártel de Sinaloa, leales a Ismael “El Mayo” Zambada y se logró la detención de un cabecilla, identificado como “El Max” o “El Oso”, sin bajas militares.

Aunque no han sido los únicos hechos violentos, se puede decir que son los más relevantes y, por un lado, se puede entender que el crimen organizado está dispuesto a no ceder en sus territorios y buscará recurrir a todo tipo de acciones para lograrlo.

Por otro, aparentemente ya quedó atrás la política de “abrazos, no balazos”, pero no se quiere reconocer abiertamente y aunque la presidenta Claudia Sheinbaum afirma que no existirá una guerra en contra del crimen organizado, los hechos señalan otra realidad y se buscará combatir a los cárteles con las armas. Si en verdad quiere terminar con las olas de violencia y recuperar la paz social en gran parte del país, entonces no tendrá otra alternativa.

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