Gato de Barrio /

gatodebarrio57@gmail.com / 

En la nota principal del periódico El Universal de este miércoles, se publicó una investigación más que interesante: en siete años de gobierno de la autollamada Cuarta Transformación, se han cambiado 106 de los 136 artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, es decir se ha reformado el 69.6% de su articulado, más de dos terceras partes.

Estas modificaciones han sido impulsadas por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien con el respaldo de Morena –partido del que fue su impulsor y fundador–, con el apoyo de los partidos Verde y del Trabajo, sus aliados, con los cuales logró 63 reformas constitucionales que involucraron un total de 106 artículos y dos transitorios de la Constitución.

Casi la mitad fueron presentadas por el Ejecutivo federal, entre ellas el traslado de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, en materia de órganos autónomos y para otorgar al Estado el monopolio del litio en México, mientras el resto fue a propuesta de los grupos parlamentarios de Morena en las cámaras de Diputados y Senadores, donde destacaron la reforma judicial y en materia de supremacía constitucional para impedir que la Suprema Corte de Justicia y otros tribunales anulen reformas o adiciones a la Carta Magna.

El 5 febrero de 2022, en Querétaro, López Obrador reveló que pensó en escribir una nueva Constitución, al considerar que no se había legislado en favor de las minorías, “no para defender al pueblo ni hacer valer nuestra soberanía”, y aclaró que convocar a un  nuevo Constituyente sería un gran y desgastante reto, por lo que se optó por reformas profundas, “buscando los equilibrios, también la conciliación y se avanzó en reformas muy importantes”.

En la administración de Claudia Sheinbaum Pardo ha mantenido la reestructuración constitucional, ya que del 1 de octubre de 2024 a la fecha se han avalado 22 reformas constitucionales a un total de 53 artículos. En conjunto los artículos afectados en ambos gobiernos suman 149, donde en 41 casos se modificaron los mismos, por lo que el número exacto de modificaciones se centraron en 106 artículos y dos transitorios de la Constitución.

Las críticas a las reformas en los gobiernos “neoliberales”, han sido en el sentido de que fueron en detrimento de las mayorías para beneficiar a los poderosos, lo cual es cuestionable, pero en la 4-T han sido más que nada para cumplir con ocurrencias y caprichos personales de López Obrador, además de poder concentrar el mayor poder político posible.

De esa forma el Poder Ejecutivo, hasta el momento, ya anuló los contrapesos de los poderes Legislativo y Constitucional, acabó con los órganos autónomos que apoyaban realmente demandas e inquietudes ciudadanas, pero para la 4-T no ha sido suficiente y ahora, con la reforma electoral que proyecta Sheinbaum, pretende terminar con los Organismos Públicos Locales Electorales y los legisladores plurinominales, entre otros aspectos,

Sin duda este es el camino para llevar a México a una dictadura constitucional, pero aún queda el recurso de que en las elecciones intermedias federales de 2027, al menos Morena pierda la mayoría legislativa en la Cámara de Diputados, además de varias gubernaturas, pero para ello es necesario respaldar a una oposición que sepa conquistar el voto ciudadano.