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Maullidos Urbanos / Funcionarios que no son floreros

Gato de Barrio

gatodebarrio@yahoo.com.mx

Una de las frases favoritas más utilizadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador para intentar marcar diferencias con anteriores administraciones, es que tanto él como sus colaboradores no son floreros, es decir que no son adornos para permitir que otros hagan lo que quieran sin ningún tipo de restricción, sino que ahora se encuentran para no permitir más fraudes ni actos de corrupción que dañan al pueblo.

Sin embargo es él quien sí utiliza a sus subalternos como floreros, al ser quien concentra tanto las acciones y decisiones que deberán implementarse en todas las áreas, sin atender opiniones, consejos o asesorías de quienes deberían apoyarlo en la toma de decisiones, por lo tanto solo quedan como simples adornos.

Ante ello varios de sus colaboradores decidieron renunciar, al no estar de acuerdo con su forma de gobernar, como han sido los casos de Javier Jiménez Espriú a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Carlos Urzúa a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Germán García Cáceres al Instituto Mexicano del Seguro Social, entre los más destacados.

Ahora se registra una dimisión más con la renuncia de Martha Bárcena a la embajada de México en Estados Unidos, cargo en el que se desempeñó desde en 2018, siendo la primera mujer en esa representación, pero con más de 40 años de trayectoria diplomática ya que ha sido personal de carrera del Servicio Exterior Mexicano desde 1979 y alcanzó el rango de Embajadora en 2005, siempre trabajando de manera institucional en favor de nuestro país.

El cargo de embajador de México en Estados Unidos resulta ser de alto nivel, incluso se le compara como el de una secretaría de estado, por todo lo que representa esa nación: la más poderosa del mundo, por ser vecinos se comparte una larga frontera, principales socios económicos y compartir problemas comunes. Por eso Bárcena acordaba directamente con López Obrador, lo cual molesto al canciller Marcelo Ebrard, con quien tenía una mala relación.

Pero la aún embajadora tuvo que sortear los conflictos originados por la resistencia del presidente de expresar su felicitación a Joe Biden, el ya presidente electo norteamericano, a pesar de sus reiteradas recomendaciones. Y como Bárcena no está dispuesta a ser un florero de adorno, anunció su retiro de las labores diplomáticas en las próximas semanas.

El gobierno de la 4-T perderá a una valiosa funcionaria, que no será fácil encontrar un relevo de su nivel. Así, simplemente en los hechos se ve qué funcionarios si están de floreros de adorno y quienes no están dispuestos a seguir instrucciones inútiles ni prácticas.

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