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ALEBRIJES EN CUADRATINES: POLEMICA DEPORTIVA

Polémica deportiva
Adrián Chavarría Espinosa
ache57@yahoo.com.mx

Todo está listo para arrancar la nueva temporada del futbol profesional mexicano, donde además de los anuncios de traspasos y contrataciones de jugadores, los equipos dan a conocer los uniformes que lucirán en sus confrontaciones, tanto cuando sean locales como visitantes y los llamados alternativos para ser usados en circunstancias especiales.
Pero ¿es necesario que los equipos cambien de modelo de camiseta cada seis meses, al arrancar un nuevo torneo? La verdad es que no, ya que el interés es comercial más que deportivo, en especial por promocionar a quienes pagan los espacios en los diferentes puntos del uniforme.
Porque, la verdad, todas las áreas de camiseta, calcetas y hasta en las nalgas de los pantaloncillos cortos son objeto de comercialización. En lo personal actualmente muchos uniformes deportivos me recuerdan a los trajes utilizados desde hace años por los pilotos de autos de carrera, en especial los de Fórmula Uno.
En las carreras de autos eso siempre ha sucedido, debido a que resulta ser una actividad de muy elevados costos, razón por la cual no solo la ropa de los conductores son espacios para colocar anuncios, sino hasta en sus mismas unidades se colocan mensajes publicitarios para poder tener recursos.
Actualmente, en las recientes presentaciones de uniformes de equipos de futbol de la primera división destacan dos: el de la Chivas Rayadas del Guadalajara y el de las Águilas del América.
En el caso del club deportivo tapatío en su también llamada armadura, casaca o piel títulos otorgados por los periodistas deportivos, regularmente dados poner sobrenombres en sus narraciones o crónicas , la playera dada a conocer está libre de anuncios en su parte frontal, lo cual sin duda le permite un mayor lucimiento.
Pero para el equipo capitalino las críticas no se han dejado esperar ya que además de la palomita que identifica a la empresa fabricante de la ropa, se repite el logotipo de una fabricante oriental de teléfonos celulares, pero ahora se suma la marca de una tienda especializada en la venta de artículos domésticos y de reparación y mantenimiento de las viviendas.
Para muchos seguidores del América ese nuevo agregado ya les resulta excesivo y han expresado su inconformidad y advierten que la adquirirán.
Aquí deberían existir dos alternativas: una, comercializar una camiseta libre de anuncios para que el seguidor demuestre sus simpatías sin necesidad de hacer mayor promoción gratuita a quien ya le pagó al club deportivo para ubicarse en la ropa; la segunda, venderla tal como la lucirán sus jugadores favoritos, con todo y publicidad.
Quienes estén dispuestos a la segunda opción quedará en su conciencia difundir la publicidad de empresas que a muchos de ellos, en lo particular, no les genera ningún beneficio, pero así les gusta. Vamos, desde mi punto de vista posiblemente podría vestir esa ropa si es que fuera gratuita, es decir, no pagar por ella y en verdad no a bajos precios; tan solo la playera original del América se cotiza en mil 199 pesos o más, de ahí que muchos prefieran recurrir a la piratería.
Y, reitero, cambiar modelo de uniforme cada seis meses no es más que una estrategia de mercadotecnia para tener mayores ventas pero los fanáticos no lo ven así, al contrario para ellos resulta casi una obligación para demostrar su fidelidad deportiva.
Quizá muchos no recuerden pero a principios de la década de los años 80 del siglo pasado, los uniformes de los futbolistas estaban limpios de publicidad, pero ascendió a primera división un equipo de Querétaro de nombre Atletas Campesinos, que levantó una gran polémica debido a que en su camiseta se mostraba un tractor.
En ese momento Armando Presa, propietario del equipo, argumentó que esa maquinaria aludía a una actividad agrícola pero esa persona también se dedicaba a comercializar este tipo de implemento para las actividades en el campo.
Esta situación no resultó del agrado de la Federación Mexicana de Fútbol, la cual acusó a la directiva de mostrar publicidad en la camiseta, en ese momento una actividad prohibida y censurada y aunque el club alegó que el tractor no mostraba ni promovía ninguna marca de tractores en particular, fue sancionado.
Esta escuadra participó en las temporadas 81-82 y 82-83 sin mayor trascendencia, para después por presiones de la Federación ser vendido al sindicato de trabajadores petroleros para que jugara bajo el nombre de Tampico-Madero FC, en ese puerto tamaulipeco.
En fin, allá usted si es que acostumbra adquirir camiseta de su equipo favorito cada seis meses y estar dispuesto a promocionar empresas que no le genera ningún beneficio económico y, en cambio, tener un desembolso de dinero significativo si desea un artículo original, o uno económico y de baja calidad que posiblemente le dure los mismo que el torneo deportivo.

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