
Gato de Barrio /
Ante la reciente onda de calor –que debió concluir, según el Servicio Meteorológico, Nacional, el pasado sábado– a la falta de vientos y lluvias –que oficialmente debieron iniciar este miércoles– el pasado lunes se decretaron contingencias ambientales en los Valles de México y de Toluca.
Si bien en el Valle de Toluca solo se emitieron recomendaciones para evitar salir a la calle y no realizar actividades físicas, las cuales se cancelaron el martes al mejorar las condiciones ambientales, las medidas más estrictas y restrictivas se aplicaron en el Valle de México –como limitar el uso de vehículos automotores ,y a diferentes actividades industriales y productivas, principalmente–, la contingencia no ha cedido y se ha prolongado por lo menos hasta el jueves 16 de mayo.
Para comprender la relevancia de las malas condiciones ambientales en la Ciudad de México y municipios conurbados, en lo que va del año suman ya siete las contingencias declaradas: La primera ocurrió del 22 al 25 de febrero: la segunda sólo fue el 6 de marzo; la tercera del 23 al 24 de marzo; la cuarte del 30 de abril al 1 de mayo; la quinta del 3 al 4 de mayo; la sexta del 9 al 10 de este mes; y la última, inició el pasado lunes 13.
Si bien la Comisión Ambiental de la Megalópolis ha mantenido constantes sus reportes sobre las condiciones atmosféricas, las que se han mantenido “calladas como momias” son las autoridades de salud para emitir recomendaciones preventivas a la población, ante los riesgos de efectos nocivos en las personas a corto y largo plazo
Las consecuencias se presentan de diferente forma en las personas, según sus condiciones individuales, siendo las inmediatas dolor de cabeza, inflamación de nariz, ojos y garganta, tos y dificultad para respirar, neumonía, bronquitis e irritación de la piel: las de largo plazo son afectaciones al sistema nervioso central, males cardiovasculares y respiratorios, así como impacto en hígado, vaso, sangre y sistema reproductor.
Esas afectaciones son por la absorción en el organismo de dióxido de azufre, monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno y ozono, además de partículas suspendidas como PM10 y PM 2.5, en elementos como son polvo, cenizas, metal, hollín, cemento y polen dispersas en el aire.
Lo mínimo que podrían aconsejar las autoridades sanitarias sería el uso de cubrebocas, en especial los que bloquean las partículas finas de hasta 0.3 micras, como son los N90, N95, N99, KN95 y FFP2. Si desea cuidar su salud debería volver a usar este artículo, conocido desde la pandemia de covid, por lo cual no debe resultarle extraño. Es por el bien de su salud,
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