Absurdos electorales / Maullidos Urbanos

 

Gato de Barrio /

gatodebarrio@yahoo.com.mx /

Sinceramente, tanto el presidente de la república, respaldado por Morena, como los partidos políticos de oposición –deseosos de no quedarse atrás en la competencia electoral– han violado una y otra vez el marco legal y han hecho ver mal a las autoridades correspondientes.

Fue en julio de 2021 Andrés Manuel López Obrador cuando inició de forma muy adelantada el proceso de sucesión presidencial, al revelar a sus “corcholatas”, es decir a los que consideraba como probables candidatos de Morena, pero siempre con la intención de que la finalista fuera Claudia Sheinbaum, en ese entonces jefa de gobierno de la Ciudad de México.

Igualmente, ya fuera de forma abierta o con insinuaciones, alentó a la oposición a que también destapara a sus posibles candidatos, incluso hasta se permitió el dar a conocer listas de quienes podrían ser, pero con el fin último de demeritarlos y descalificarlos.

Por ello se aceleró todo el proceso, al adelantar los plazos fijados por la ley electoral, aunque para ocultarlo se inventaron todo tipo de excusas, como crear la figura de “coordinador de la defensa de la cuarta transformación” o “coordinador del Frente Amplio por México”, cuando debería ser el proceso de precampañas entre los supuestos aspirantes.

Entonces, lo que fue una pre-pre-campaña electoral se convirtió en el proceso definitorio de selección de candidatos, por lo cual ya en estos momentos resulta totalmente innecesaria la fase de precampañas, que debería ser la confrontación entre los aspirantes de un mismo partido o alianza para establecer al candidato final, lo cual ya sucedió.

Lo correcto sería suspender esa fase, fijada del 19 de enero al 19 de febrero, para esperar a que comenzara la campaña formal, establecida del uno de marzo al 29 de mayo, es decir hasta tres días antes de la jornada electoral del domingo dos de junio.

Incluso deberían cancelarse las campañas en radio y televisión que deberían ser para difundir los mensajes de los supuestos precandidatos, al estar dirigidos a la militancia y simpatizantes y así elegir a su favorito, pero ahora se usan para promoción partidista.

Lamentablemente nada de esto sucederá y todo proseguirá, incluso servirá para dar espacio a los “precandidatos a gobernadores”, como sucedió en Veracruz, donde al acto inicial de Sheinbaum se apareció Rocío Nahle para “ofrecer su respaldo”, pero fue para su promoción personal y política, ya que este tipo de eventos se repetirá en otros estados y “candidatos”.

En fin, las fechas legalmente establecidas ya fueron ignoradas, pero el problema a futuro es que sin duda López Obrador y Morena continuarán sin acatar el marco legal para apoyar a todos sus candidatos y, es más, arrastrarán a la oposición en esas prácticas para no verse rebasados en sus actividades proselitistas, pero las cometerán con tal cuidado para no quedar evidenciados que han violado a la ley.

Al final, sin importar quien sea el ganador, el perdedor apelará a las autoridades electorales para demandar se anule y revierta el resultado en su favor, Es decir, los votos en las urnas podrían quedarán desplazados para que sean los tribunales quienes definan al triunfador, pero gracias a una legislación electoral anteriormente violada y anulada.

 

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