Las «mañaneras» de AMLO, nada informativas / Maullidos Urbanos
Gato de Barrio /
Según el presidente Andrés Manuel López Obrador sus conferencias de prensa mañaneras desde Palacio Nacional, son para «informar y orientar a la población de los avances de sus programas y acciones», pero eso no sucede, al contrario sirven como foro para atacar e intentar desprestigiar a todos sus “adversarios”, así como para intentar “orientar” a la opinión pública.
La mejor prueba de ello sucedió el pasado viernes, tras cuatro días de permanecer fuera del ámbito público por su supuesto tercer contagio de covid-19, al reaparecer en el Salón Tesorería de Palacio Nacional, arremetió contra todo aquello que le molesta durante tres horas y 21 minutos, para ser la segunda más larga en todo el sexenio.
De esta forma y tras agradecer a todos quienes se preocuparon por su contagio, hizo una extensa exposición para repasar los hechos que le incomodaron: desde la “politiquería” de los ministros de la Suprema Corte de Justicia pasando por las objeciones de los científicos a la desaparición del Conacyt y la “desfachatez” de varios medios de comunicación para conjeturar sobre su estado de salud.
Así, pretendió neutralizar críticas y defendió la desaparición del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y se refirió a la “pesada herencia en ese sector” enfocándose en una supuesta corrupción en el Seguro Popular, incluso ahora agregó a Julio Frenk, por presunta corrupción de su esposa. Fue su forma de achacar al pasado su fracaso con el Insabi.
Expresó su irritación por el comportamiento de los medios de comunicación por la animadversión que le tienen, que “así nada más” a hablar de que sufrió un derrame cerebral, cuando se trató en realidad de un nuevo contagio de covid, pero incluso defendió al vocero Jesús Ramírez y a Adán Augusto López, secretario de Gobernación, a pesar de que ellos fueron quienes emitieron falsas versiones de su estado de salud.
También arremetió contra los ministros de la Corte por su decisión de reubicar a la Guardia Nacional de la Secretaría de la Defensa Nacional a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, al considerar que usaron criterios políticos más que jurídicos, y sin embargo -dijo- solicitaron apoyo de ese cuerpo de vigilancia para proteger sus instalaciones.
A los “inconformes con la reforma al Conacyt”, les aseguró que se acabó “la era de usar el dinero para construir elefantes blancos, ciudades de la ciencia; construcciones lujosísimas, que ahí están sin uso, son como cuerpos sin alma”, pero no señaló que con su iniciativa se margina a sectores científicos, pero ahora permite la participación de la Defensa y de la Marina.
Tampoco perdió la oportunidad justificar la venta del avión presidencial y para responder a las críticas por esa operación dijo: “Ya nuestros adversarios nos están culpando, ya dándole la vuelta, como si yo hubiese comprado el avión, como si yo lo hubiese usado, como si yo fuese el responsable de ese despropósito de comprar un avión de lujo, carísimo, para pequeños faraones”, cuando en realidad se ofertó a un muy bajo precio.
Para que en realidad la mañanera se desarrollara como un real ejercicio informativo como lo pretende, entonces no debería admitir preguntas prefabricadas emitidas, no por periodistas, sino por seguidores suyos, quienes en ocasiones recurren a la lectura de las interrogantes desde sus teléfonos ,y dar más voz a los periodistas críticos a quienes, bajo el argumento de que “tengo otros datos”, evita ofrecer respuestas concretas.
De igual forma tampoco ha permitido la asistencia a ese foro de las víctimas de sus acusaciones a fin da hacer uso de su derecho de réplica, como ha sucedido con la senadora panista Xóchitl Gálvez, quien incluso ha recurrido a los tribunales para que se le permita acceder al Salón Tesorería para argumentar su defensa.
Definitivamente las mañaneras no cumplen con el supuesto propósito de informar y sí de agredir a todos aquellos que no estén de acuerdo con el inquilino de Palacio Nacional así como demeritar a todas aquellas instituciones que le estorben en sus propósitos.
Se debe anticipar que conforme pase el tiempo y existan más confrontaciones y escalen las actuales, las mañaneras serán cada vez más radicales por parte de López Obrador, sin existir posibilidad de que sus adversarios y la oposición puedan ofrecer una respuesta pública en igualdad de circunstancias y condiciones.