4-T y Morena, SÍ son diferentes / Alebrijes en Cuadratines

 

Adrián Chavarría Espinosa

ache57@yahoo.com.mx /

Mucho lo han repetido tanto quienes integran la llamada Cuarta Transformación como los dirigentes e incondicionales seguidores de Morena y, sin duda, lo han logrado: que ellos no son como los anteriores gobiernos priistas o panistas. La realidad es que han resultado peores.

SI bien los integrantes del gabinete, desde secretarios, subsecretarios, directores generales regularmente se han mostrado dispuestos a acatar las órdenes del presidente en turno, no se recuerda que anteriormente los diputados y senadores del partido mayoritario en turno se hayan mostrado tan dispuestos  y dóciles a obedecer todos los deseos del mandatario de la república.

Primeramente, al incumplir con su papel de legisladores y revisar las iniciativas presidenciales para aprobarlas “sin siquiera cambiarle una coma”, aunque con errores de ortografía y sintaxis –por no mencionar posibles fallas en el procedimiento procesal– la mayoría morenista ha logrado la aprobación de varias leyes generales, aunque después se tuvieron que revisar para corregir esos “detalles”.

Después, para cumplir con la orden de sacar “todos los asuntos pendientes” que le interesaban al Ejecutivo, aunque fuera vía “fastrack” bajo el argumento de ser iniciativas de consideradas como “de urgente u obvia resolución”, pero sin respetar el proceso legislativo para debatirlas en comisiones y lecturas en el pleno, se presentaron y aprobaron más de una decenas de leyes, mismas que de inmediato se enviaron al Senado.

En la también llamada Cámara Alta se intentó repetir el mismo procedimiento de votación, pero los partidos de oposición a Morena condicionaron el debate a la designación de por lo menos un magistrado del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), ya que solo existen cuatro en funciones y, al menos, requieren a otro más para poder funcionar legalmente.

A pesar de un acuerdo inicial para nombrar a ese comisionado, el pasado jueves los senadores morenistas lo incumplieron, por ello los legisladores de oposición tomaron la tribuna con lo cual se suspendió la sesión. Para no quedar mal con el presidente, los morenistas y sus aliados habilitaron las viejas instalaciones senatoriales del Palacio de Xinantecátl como sede alterna para únicamente ellos aprobar las iniciativas pendientes,

Así, sin discusión y con la total ausencia de la oposición –y de la prensa también– en un ambiente de fiesta, se avalaron 18 leyes y reformas, entre otras, la desaparición del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), la extinción de la Financiera Rural, la ley de Ciencia que elimina al Conacyt, la “Ley 3 de 3”, así como y el decreto para reformar, adicionar y derogar disposiciones de la Ley de Aeropuertos y de la Ley de Aviación Civil en materia de concesiones, a fin de autorizar que los militares dispongan de una aerolínea y administrar aeropuertos.

Otras iniciativas aprobadas fueron para garantizar que los Centros de Justicia para las Mujeres cuenten con recursos suficientes para su funcionamiento, así como el proyecto de decreto por el que se reforman, derogan y adicionan diversas disposiciones de la Ley del Mercado de Valores y de la Ley de Fondos de Inversión.

Sin embargo, por hacer las cosas rápidamente y sin cumplir con todos los formalismos legales, se cometieron varias irregularidades tanto para decretar el quórum legal –una senadora morenista está en Europa, en una comisión oficial, por lo que apresuradamente se le tomó protesta a su suplente–, como para el conteo de votos en las distintas iniciativas.

Por supuesto la oposición no se va a quedar con los brazos cruzados. Así, durante la instalación de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, a nombre del Grupo Plural el senador German Martínez emitió para anticipar que revisarán «con lupa» todas las reformas avaladas por Morena para acudir al Poder Judicial.

También condenó la aprobación de la ley minera «que favorece a las concesionarias» y no a los mineros, «así como un ataque al conocimiento» por la desaparición del Conacyt y que, de manera «bochornosa”, se aprobó otorgarle más poder a los militares.

            El priista Jorge Carlos Ramírez Marín, presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología, advirtió que la reforma que la reforma al Conacyt se aprobó bajo un procedimiento “absolutamente irregular” y sin convocar a un Parlamento Abierto, por lo que se impugnará tras reunirse con los miembros de la Comisión para proceder en los términos legales conducentes.

También el senador Clemente Castañeda, coordinador del partido Movimiento Ciudadano, adelantó que acudirán a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para interponer las correspondientes acciones de inconstitucionalidad.

Aunque todas las leyes y reformas ya “aprobadas” finalmente sean promulgadas por el Poder Ejecutivo, no se puede considerar que ya está dicha la última palabra, pero cuando intervenga la Corte y establezca que son invalidas, será otro motivo para que Andrés Manuel López Obrador y los morenistas tengan otro enfrentamiento con el Poder Judicial.

Además, falta ver cómo hacen los legisladores morenistas para cumplir con la orden presidencial de desaparecer definitivamente al INAI, lo cual no es sencillo, ya que por ser una reforma constitucional en el Senado les hacen falta votos para poder lograrlo.

En conclusión, la 4-T y Morena resultaron mucho peor que sus antecesores.