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Alebrijes en Cuadratines / Elecciones en EU

 

Adrián Chavarría Espinosa /

ache57@yahoo.com.mx /

Mañana martes se realizarán en Estados Unidos las llamadas elecciones intermedias mediante las cuales, además de reconfigurarse el panorama de su próximo congreso, también se definirá cómo será la segunda mitad de la administración de Joe Biden, el actual presidente, donde tampoco se debe descartar que se profundice la polarización política y social ya existente en esa nación.

De ninguna forma se puede ignorar o menospreciar ese proceso electoral, porque de dependerá de quienes ganen, ya sean los demócratas o los republicanos, se definirán varias situaciones para las relaciones entre México y Estados Unidos, en particular con asuntos como el de los migrantes, las relaciones económicas y las negociaciones en el nuevo tratado comercial donde, además participa Canadá, siendo el punto energético un tema que se mantiene en discusión.

Recuérdese que el Partido Demócrata registra mayorías estrechas tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, lo cual le otorga una leve ventaja al presidente Biden, ya que para ser aprobado un proyecto de ley, se necesita el voto favorable de ambas cámaras.

Pero en el caso de los proyectos de ley originados en la Cámara de Representantes, para ser aprobados en el Senado se necesita el aval de la llamada mayoría calificada, es decir sus dos terceras partes para llegar a ser promulgadas. Por ello, el control del Congreso, en especial del Senado, es fundamental.

Además, dentro de su organización política interna, el Senado también tiene la responsabilidad de confirmar a los candidatos judiciales y del gabinete del presidente, así como el de aprobar los tratados formales.

Otro factor por considerar es la influencia del expresidente Donald Trump, quien durante su mandato generó y alentó la polarización social, al grado de no solo desconocer su derrota, que le impidió ser reelecto, también alentó la idea de la existencia de un fraude electoral, lo cual motivó que gran cantidad de sus seguidores intentara tomar el Capitolio en enero de 2021, con el fin de que el Congreso no ratificara la victoria en las urnas de Biden.

En el sistema político estadounidense mientras la presidencia dura cuatro años y, sin ser una disposición legal, los mandatarios solo se postulan para una reelección, es decir pueden mantenerse en el poder hasta un máximo de ocho años. En cambio los integrantes de ambas cámaras pueden ser reelectos durante varios periodos.

Mientras la Cámara de Representantes se conforma con 435 miembros, tienen un periodo legislativo de dos años y su número por cada estado se basa en la cantidad de su población, en cambio el Senado se integra por cien legisladores, dos por cada estado, electos por un período de seis años y bianualmente se renueva una tercera parte.

De esta forma California, por ejemplo, por ser el estado más poblado tiene un total de 52 miembros de la Cámara de Representantes, en cambio Wyoming, el menos poblado, apenas tiene uno. Aunque ambos estados cuentan cada uno con dos senadores.

Al ser comparado el trato hacia México tanto de los políticos demócratas como de los republicanos, no se puede decir que nos resulten totalmente favorables, aunque los primeros suelen ser menos negativos.

En el caso de los republicanos son más conservadores y xenófobos. La mejor prueba ha sido el gobierno del citado Trump, quien además de estar en contra de los migrantes ilegales mexicanos y alentar su extradición, obligó al presidente Andrés Manuel López Obrador a que con el apoyo de elementos militares y de la Guardia Nacional a contener las oleadas de migrantes, principalmente centroamericanos, que intentaban llegar a Estados Unidos.

Además, insistió por diversas vías que las empresas norteamericanas cerraran sus fábricas instaladas fuera de Estados Unidos para reinstalarse en su territorio y así abrir nuevas plazas laborales entre sus compatriotas, entre otras medidas.

De ahí que para México resulta mejor que sean los demócratas quienes mantengan el control político. De lo contrario habría más problemas en nuestro país.

También debe tenerse presente que resulta paradójico, que el “izquierdista” López Obrador se sentía más a gusto con el derechista Trump, a pesar de que sus estrategias no fueran las más convenientes para los mexicanos.

Por todo lo anterior es recomendable no ignorar el proceso electoral norteamericano. De sus resultados podría depender nuestro futuro político y económico.

 

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