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Maullidos Urbanos: Riesgos de las mañaneras

Gato de Barrio

gato_de_barrio@yahoo.com.mx

Con sus conferencias de prensa matutinas el presidente Andrés Manuel López Obrador procura cumplir varios de sus propósitos personales, entre ellos y quizá uno de los más importantes el intentar definir la agenda mediática y política diaria, además de ofrecer el reporte diario acerca del estado de la seguridad pública a nivel nacional, pero debe reconocerse que esa exposición diaria le generan saldos tanto positivos como negativos.

            Si digo que intenta definir la agenda diaria es que busca repetir lo hecho entre los años 2000 y 2006, cuando fue jefe de gobierno del entonces Distrito Federal, pero en esa ocasión se expresaba más como un adversario de Vicente Fox Quesada, en esos momentos presidente de la república, por lo cual las cuestiones administrativas capitalinas quedaban en segundo plano.

            Ahora, como primer mandatario no logra siempre que sus comentarios se mantengan como principal tendencia informativa, a menos que resulte un asunto de interés general para la población, no solamente para él, pero por lo menos en materia de seguridad pública hasta el momento no se ven resultados favorables, ya que persisten los hechos violentos en diversos puntos del país, aunque debemos esperar a que empiece a operar la Guardia Nacional para ver cuáles serían sus secuelas.

            Entre los puntos negativos de sus conferencias está el hecho de que López Obrador centraliza la información del gobierno federal y únicamente él decide a quién le presta el foro para que exponga determinada información, no necesariamente la que debería divulgarse.

            Otro punto que le afecta, quizá no en estos momentos, es que con la exposición diaria está expuesto a confrontarse ya sea con periodistas, cuando ellos no están de acuerdo con sus acciones y resulta fuertemente cuestionado, o con diversos sectores económicos y sociales a quienes señala de ser responsables de situaciones que no logra controlar totalmente.

            Están los ejemplos recientes de su confrontación con el periodista Jorge Ramos o, también, con el caso de los precios de las gasolinas, donde acusa a los expendedores de tener amplios márgenes de ganancias, lo cual ya fue refutado por estos comerciantes.

            López Obrador debe reflexionar y considerar que tan necesario resulta mantener este tipo de conferencias, ya que mientras pase más tiempo también se sucederán nuevos y mayores enfrentamientos que, sin duda, desgastarán innecesariamente su imagen y su trabajo presidencial, pero debe tener muy presente que gobierna para todos, incluso para quienes no votaron por él pero que, de todas maneras, esperan buenos resultados de su gestión.

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