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Maullidos Urbanos / Mala noticia: sube la gasolina

Gato de Barrio

gatodebarrio@yahoo.com.mx

Aunque para nada está controlada la contingencia sanitaria por Covid-19, ya que el contagio se mantiene constante y, lamentablemente, el número de decesos no disminuye, las autoridades federales de salud decidieron dar por terminada la etapa de Susana Distancia para dar paso a lo que denominan la “Nueva Normalidad”.

Pero en esta nueva fase, iniciada oficialmente junto con el mes de junio, no únicamente registró la reanudación de varias actividades calificadas como esenciales, también sucedió algo que no agradará a muchas personas, en especial de quienes tienen automóviles: se elevó el precio de la gasolina para colocarse en los niveles anteriores a la contingencia.

De esta forma el miércoles 3 de junio el precio promedio a nivel nacional del litro de la gasolina magna o regular llegó a los 17 pesos, un nivel ligeramente alto al que se encontraba el 22 de marzo, en los 16.90 pesos, cuando se decretó el inicio de la Jornada de Sana Distancia.

Considérese que el 1 de marzo el litro del energético se cotizaba hasta en 19.51 pesos por litro y dentro de la emergencia sanitaria, su precio llegó a su punto más bajo, entre el 29 y 30 de abril, al venderse en 15.06 pesos, el más bajo desde diciembre de 2016, cuando su comercialización aún se mantenía controlado por la Secretaría de Hacienda; es decir en sólo dos meses el precio se abatió en 23%, es decir 4.45 pesos.

Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador intentó colgarse la medalla por la baja en la gasolina, realmente sucedió por la baja cotización del petróleo a consecuencia de la guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia, a lo que además después se agregó una baja demanda por la suspensión de actividades sociales y productivas, situación que incentivó el aumento de la competencia entre gasolineras para establecer menores precios.

Ahora, una vez superado el conflicto petrolero que provocó hasta precios negativos en el precio internacional del barril del petróleo, sumado el “Regreso a la Nueva Normalidad” que representa reanudar algunas actividades productivas y, con ello, elevar gradualmente la movilidad es de esperar que se mantenga el alza en el precio de la gasolina.

Esperemos a ver qué dirá López Obrador para justificar el incremento en el precio del combustible, más allá de su promesa a no incurrir en gasolinazos y de que sólo se elevaría en términos reales, es decir únicamente en términos de la inflación registrada.

En fin, terminó el sueño de gasolina barata, aunque haya sido cuando se recomendaba no salir a la calle, y solo resta esperar a que se cumpla la promesa presidencial.

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