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Maullidos Urbanos: Marcha del 2 de octubre, nuevamente la violencia

 

Gato de Barrio

gatodebarrio@yahoo.com.mx

En la marcha para conmemorar los hechos registrados hace 51 años en la Plaza de la Cultura de Tlatelolco, lamentablemente se volvieron a registrar actos violentos protagonizados por encapuchados autollamados anarquistas, donde resultaron heridas varias personas, incluso varios de esos inconformes.

De acuerdo con un reporte inicial de Nashieli Ramírez, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos capitalina, al menos cuatro personas resultaron lesionadas: un integrante del Cinturón de Paz, otra por cohetones, un encapuchado que se cayó y otro al romper un vidrio, además de que una mujer y dos niñas cayeron al intentar huir de un cohetón.

De esta forma se confirmó que sencillamente resultaron inútiles las pretendidas medidas de seguridad calificadas como anti represivas por Claudio Sheinbam Pardo, jefa de gobierno capitalino, así como las advertencias presidenciales de que los violentos sería acusados con sus madres y abuelos para que “les llamaran la atención” y “jalarles las orejas”.

Simplemente los anarquistas, embozados y con ropas negras volvieron a lanzar cohetones, cometer destrozos y prácticamente humillar a los servidores públicos que ya sea voluntariamente o quizá obligados por sus jefes, acudieron a conformar los llamados Cinturones de Paz, donde a pesar de sus muy posibles buenas intenciones fueron totalmente superados.

  Todo lo anterior debe analizarse y reflexionarse a fondo por los gobiernos capitalino y federal y entiendan que el pueblo bueno no existe, tal como lo imaginan o presuponen, porque la realidad es muy superior y hay que enfrentarla.

Primero, como gobierno tienen la obligación de garantizar la seguridad de la población por lo que deben aplicar las medidas de seguridad necesarias, lo cual no significa ser represor o cometer presuntas masacres. Segundo, se necesita tener una corporación debidamente preparada para atender situaciones difíciles de la mejor manera posible, es decir, sin necesidad de recurrir a excesivas medidas de violencia.

Los anarquistas están listos para generar violencia, ya sea mediante destrozos, agresiones a otras personas, lanzando cohetones sin ninguna restricción, bajo la idea de que podrán hacerlo impunemente, pero todo eso debe terminar,

Insisto, si las autoridades intervienen para detener y presentar ante la justicia a esos anarquistas, de ninguna manera serán criticados, al contrario, la ciudadanía se los reconocerá y agradecerá ya que entonces cumplirán con su responsabilidad de garantizar la seguridad.

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