MANGA ANCHA CON INTEGRANTES DE LA CNTE / Maullidos Urbanos
Por Gato de Barrio /
Si usted fuera el propietario, director o gerente de una empresa y tiene firmado un contrato colectivo de trabajo para regular las relaciones laborales con los trabajadores sindicalizados, y en caso de suceder paros de labores junto con acciones ilegales como bloqueos viales, tomas de sitios públicos e, incluso, ocupar casetas de cobro de autopistas, ¿cómo reaccionaría?
Pues con el respaldo de las leyes laborales se podrían cancelar los acuerdos laborales y despedir a esos trabajadores, mientras que las autoridades deberían intervenir para suspender todos los bloqueos y tomas viales y, al menos, detener y procesar legalmente a los líderes.
Lamentablemente no sucede nada de eso con los profesores afilados a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la CNTE, disidentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, quienes además de cometer todas esas irregularidades dejan sin clase a cientos de miles escolares en estados como Chiapas, Oaxaca, Guerrero –tristemente quienes tienen el mayor atraso social–, Tabasco, Michoacán, Morelos y la Ciudad de México.
Estos “profesores” iniciaron un plantón la semana pasada en el Zócalo de la Ciudad de México para exigir se cumplan sus demandas laborales que y piden presentarlas directamente a la presidenta Claudia Sheinbaum, siendo las principales la derogación de la ley del ISSSTE de 2007 que, afirman, impacta negativamente su sistema de jubilación ya que no les conviene el sistema de afores y quieren regresar al antiguo de pensiones; aumento de sueldo del 100%, al considerar insuficiente el 9% otorgado por el gobierno, así como la cancelación de las reformas educativas implementadas en los dos sexenios anteriores.
Así como sucede con los maestros, cuya labor requiere de la mayor dedicación posible, existen otras que probablemente resulten igual o más sacrificadas –desde policías, bomberos, pasando por taxistas, vendedores de tiendas de conveniencia o de autoservicio, hasta llegar a médicos y enfermeras, por citar algunas–,con la diferencia que uno de los objetivos de los profesores es preparar lo mejor posible a menores para ser excelentes técnicos y/o profesionales que les ayuden a tener una mejor calidad de vida para todas las personas.
Sin embargo, a estos disidentes eso no les importa, creen que con expresar el lema de que “el profesor en lucha también enseña”, se justifican para ejecutar todas sus actividades irregulares, donde las autoridades son consecuentes con ellos –por considerarlos como aliados político electorales a conveniencia– sin preocuparse por otorgar una mejor calidad educativa para todos los alumnos, no solo a los afectados por los paros, necesariamente a todos.