Maullidos Urbanos / Marcha presidencial, AMLO suspira por el viejo PRI
Gato de Barrio /
Así como en sus conferencias mañaneras el presidente Andrés Manuel López Obrador denostó en contra de los organizadores y participantes de las múltiples marchas en diversas ciudades del país del 13 de noviembre en respaldo del INE, ahora se ha dedicado a exaltar la que él ha convocado para este domingo 27.
Pese a negarlo el tabasqueño retoma la imagen del PRI cuándo era el partido mayoritario y el primer mandatario concentraba todo el poder para hacer y deshacer.
Valga recordar que a mediados del siglo pasado todo giraba sobre el presidente y sus actos públicos debían ser multitudinarios, es decir sentirse rodeado del “pueblo” –en ese entonces no se le clasificaba como “bueno” o “malo”, simplemente era el “pueblo” –, por eso no solamente se aprovechaba el 1° de septiembre, cuando rendía su informe de gobierno, sino aprovechaba todas las oportunidades para sus actos populares.
Por ejemplo, la visita de algún mandatario para convocar a la población a hacer vallas, por lo menos desde el aeropuerto hasta Palacio Nacional, donde se cerraban calles y las multitudes esperaban horas para que en breves momentos, al paso de la comitiva oficial echar porras, agitaran banderitas de papel y llover confeti.
Por supuesto esas multitudes eran “invitadas y llevadas voluntariamente”, donde los escolares eran los más motivados por la suspensión de clases. El último evento masivo tuvo lugar el viernes 3 de septiembre, cuando en el Zócalo miles de personas escucharon a los representantes de los sectores campesino, obrero y popular del PRI y al entonces presidente José López Portillo, tras de haberse decretado la nacionalización de la banca privada.
En esos momentos dijo: “Me impresionó profundamente la manifestación de apoyo que el pueblo de México hizo en el Zócalo. Es un pueblo inmenso. Ávido de hazañas y orgullos. Con una intuición prodigiosa. No sé cuántos cientos de miles de mexicanos se reunieron en la Plaza de Armas, nuestro Zócalo, para solidarizarse con las decisiones del régimen”.
Seguramente el otro López pero Obrador, expresará el próximo domingo frases similares para agradecer el “respaldo popular y desinteresado” que recibirá e incluso afirmará que su marcha fue más numerosa que la de sus criticados adversarios políticos.
Sin ser peyorativo ni clasista, la diferencia de las marchas del 13 y del 27 de noviembre no será por la cantidad de asistentes, lo será entre las personas que asistan por convicción contra las que van por obligación.