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Maullidos Urbanos / Cartas de un gran escritor

 

Gato de Barrio /

gatodebarrio@yahoo.com.mx /

Antes de la masificación del internet, la forma más común de comunicarse era por medio de cartas enviadas a través de cartas escritas en papel, las cuales tenían muchas ventajas en comparación con los actuales correos electrónicos. Además, muchas personas acostumbraban guardarlas y archivarlas, en especial los famosos, con lo cual se podía conocer aspectos pocos conocidos de ellos.

Incluso, hay una novela muy famosa de Gabriel García Márquez titulada “El coronel no tiene quien le escriba”, donde un veterano militar en retiro está en espera de que le llegue la carta que le confirme que recibirá su pensión pero, desafortunadamente nunca le llega.

En el caso de Gabo, como también era conocido el escritor colombiano, sostenía una constante correspondencia con otros famosos del mundo político, literario y artístico, con quienes intercambiaba desde puntos de vista sobre diferentes aspectos, quizá algunos considerados como triviales pero que reflejaban su muy particular personalidad.

Además, otra ventaja de las cartas antiguas es que eran escritas a mano, con lo cual la caligrafía era otra forma de que sus autores expresaran su carácter, reflejada en como redactaban de primera intención, sus tachaduras y correcciones. Incluso, las redactadas en máquinas de escribir expresaban su personalidad natural, más allá de estudiadas poses.

Precisamente, a partir del sábado 18 de junio y hasta el 18 de agosto se presentará en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México la muestra “La creación de un escritor global”, organizada por el Centro Harry Ransom donde se “recorre la vida del escritor colombiano desde una mirada exhaustiva a su archivo personal”.

En esta muestra se incluirá la exposición “El escritor sí tiene quien le escriba”, donde se podrán conocer cerca de 50 cartas de Gabo tanto con personalidades como poeta chileno Pablo Neruda, el director de cine Win Wenders, el cantautor español Joaquín Sabina, entre otros, además del intercambio epistolar con su esposa Mercedes Barcha.

Resulta altamente recomendable darse una escapada para acudir al citado Museo y conocer un poco más de quien fuera ganador del Premio Nobel de Literatura en 1982.

Además, es una buena forma de recordar que como parte de la tradición del correo en papel, interesarse en conocer la filatelia, es decir las colecciones de timbres postales, los diferentes tipos requeridos –terrestres, aéreos y urgentes–, los cuales también han caído en desuso, pero que resultaban imprescindibles para el envío de las cartas.

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