Maullidos Urbanos / Conflicto por las vacunas
Gato de Barrio
Supongamos que en su ciudad por la falta de lluvias y el bajo nivel de las presas, se anticipa que en la temporada de calores habrá escasez de agua. Entonces usted analiza la situación y considera que instalar un segundo tinaco no resultaría suficiente para garantizar el abasto doméstico del agua y decide mejor construir una cisterna.
Analiza sus finanzas y ve que lo ahorrado para pintar su casa no es suficiente para la cisterna, pero gracias a un pequeño préstamo bancario logró concretar la obra y se declara listo para enfrentar el estiaje. Ahora, con todo lo que invirtió ¿considera que cuando falte el agua resultaría correcto que la compartiera con sus vecinos que no se prepararon, aunque su familia resultara afectada por no tener suficiente agua?
Creo que la respuesta mayoritaria es que su familia tendría la prioridad sobre los vecinos que no adoptaron las medidas preventivas necesarias para enfrentar la contingencia. Pues algo similar sucede con la fabricación de vacunas contra el covid-19 y las naciones que presuntamente las acaparan para garantizar la inmunización de sus habitantes.
Debe considerarse que después de la desastrosa política implementada por el ahora expresidente Donald Trump, la administración de Joe Biden se ha corregido y una de sus primeras promesas de gobierno fue vacunar a un millón de personas al día, y según datos de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos, hasta el 12 de marzo se habían administrado más de 93 millones 721 mil dosis en el país y un total de 32 millones 904 mil 161 ciudadanos ya estaban totalmente vacunados.
Es decir casi una tercer parte de los norteamericanos ya habían recibido al menos una dosis, pero el propósito de Biden es lograr que todos sus conciudadanos sean inmunizados totalmente para después, si sobran dosis, compartirlas con otros países. Entonces aunque Andrés Manuel López Obrador insista en solicitar el apoyo a Estados Unidos, esto no sucederá.
Mientras los gobiernos de otras naciones apoyaron las investigaciones para desarrollar las vacunas, por lo cual demandan tener preferencia sobre ellas, en México se ha restringido el apoyo a la ciencia y tecnología por preferir respaldar otros proyectos de infraestructura de un futuro incierto y a los cuales se les han canalizado cuantiosos recursos económicos.
Antes de que nuestro gobierno pida el apoyo extranjero para más vacunas, debería rectificar y otorgar un absoluto y real respaldo a la investigación científica nacional para ser autosuficientes en todas nuestras necesidades, sin depender de lo realizado en otros países.