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Rifa del avión presidencial / Maullidos Urbanos

 

Gato de Barrio

gatodebarrio@yahoo.com.mx

Cuando el PRI se mantenía en el poder y enfrentaba algún problema, la oposición política le acusaba de generar algún otro distractor, como cortina de humo, para esas situaciones que no le convenía mantener vigente en la opinión pública.

Aunque el actual gobierno, el de la llamada Cuarta Transformación, presidido por Andrés Manuel López Obrador, insista en afirmar que no debe ser comparado con anteriores administraciones, que es totalmente diferente, en los hechos demuestra que no es igual sino que en varios aspectos ha mejorado añejas prácticas, como es el caso de las cortinas de humo.

El ejemplo más claro es el sucedido con la fallida venta del avión presidencial, el cual después de estar guardado más de un año en un hangar en California para su presunta venta, ahora se anuncia que será regresado a México y en una conferencia mañanera López Obrador anunció cinco opciones para su venta: que haya un solo comprador, realizar un intercambio con el gobierno de Estados Unidos para recibir equipo médico, vender la aeronave a empresas nacionales como una sociedad, en 12 partes –donde según  hay dos ofrecimientos‑, que lo conserve la Fuerza Aérea Mexicana para ponerlo a disposición de particulares para rentar, por hora, y organizar una rifa en la Lotería Nacional con boletas a quienes pesos cada uno.

La última propuesta fue la que levantó más repercusiones, ya que de inmediato en redes sociales surgieron memes para burlarse de tal ocurrencia, incluso la revista Letras Libres convocó al concurso de cuento De ficción a ficción, cuyo principal requisito es que debe iniciar con la oración: «Y cuando despertó, descubrió que había ganado el avión presidencial», sin dejar de mencionar que hasta ya se escucha una cumbia con ese tema.

Pero aquí es donde se encuentra la cortina de humo, ya que ante la descabellada ocurrencia otros temas que no solo habían acaparado la atención y preocupación de la población en general quedaron relegados, en particular tres de ellos: el funcionamiento y financiamiento del Instituto de Salud para el Bienestar, que sustituyó al Seguro Popular; la propuesta regresiva e inconstitucional al sistema de sistema de justicia; y el irrefrenable aumento en la percepción de la inseguridad.

Intentar rifar el avión presidencial es un tema para ocultar otros de más trascendencia. Por ello, la recomendación es no caer en cuestiones banales, que no llevan a nada y solo hacen perder el tiempo y seguir situaciones que sí requieren ser atendidas y resueltas por las autoridades federales.

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