Maullidos Urbanos: Posibilidad de bautizar lunas
Gato de Barrio
Existen eventos registrados fuera de nuestro planeta que resultan conveniente comentar, como una forma de dejar por un momento los problemas terrenales que cotidianamente nos aquejan. Recuérdese que hace varios meses se polemizó acerca de si Plutón debía o no ser calificado como un planeta y, finalmente, quedó como planetoide, es decir una categoría menor.
Ahora se sabía que, con sus 79 lunas, Júpiter era el planeta del Sistema Solar con el mayor número de satélites naturales conocidos, pero ya perdió ese liderato pues la Unión Astronómica Internacional (UAI) reportó en estos días que a Saturno se le descubrieron otros 20 satélites naturales, con lo cual ya totaliza 81.
Sucede que cuando un satélite es descubierto por primera vez se le asigna un nombre o designación provisional hasta que la UAI le proporciona uno propio. La designación de los satélites es de acuerdo con un estándar en todos los planetas, de la siguiente forma: se coloca una “S” mayúscula simbolizando satélite, después le sigue una barra y el año de descubrimiento, la inicial del nombre del planeta al que orbita, en el caso de Júpiter una “J” mayúscula y, finalmente, se le añade el número en el sentido ordinal en el que se descubrió en ese año. Por ejemplo, S/2000 J 11 fue el satélite número 11 que se encontró en 2000 y S/2003 J 3 fue el tercero que se encontró en 2003.
En el caso de los satélites de Júpiter se utilizan personajes mitológicos de origen greco-romano relacionados con la figura de Júpiter o Zeus. Mientras que Galileo Galilei, descubridor de las primeras luneas, optó por nombrar los satélites con números romanos, tradición que se mantuvo hasta 1975, cuando la UAI lo sustituyó por la anterior nomenclatura normalizada.
De acuerdo con Scott S. Sheppard, científico de la Institución Carnegie para la Ciencia que ha liderado el descubrimiento, «estudiar las órbitas de estas lunas puede revelar su origen, además de proporcionar información sobre las condiciones que había en el entorno de Saturno en la época en la que se formaron».
Pero lo interesante de este descubrimiento es que se emitió una convocatoria para que las personas bauticen esas nuevas lunas de Saturno, con la única condición es que los mismos hagan referencia a gigantes de la mitología nórdica, gala o inuit; los interesados podrán proponer los nombres bajo el hashtag #NameSaturnsMoons y tendrán hasta el 6 de diciembre para mandar sus propuestas. Entonces usted podría ser el padrino de bautizo de una o varias de las lunas de Saturno recién descubiertas, solo es cuestión de pensarle un poco.