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Maullidos Urbanos: Crisis en el paraíso de la 4-T

Gato de Barrio

gatodebarrio@yahoo.com.mx

La renuncia de Carlos Urzúa a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha dejado al descubierto que dentro del paraíso del gobierno de la Cuarta Transformación no todo es tan de color de rosa, que existen opiniones contrarias a las del presidente Andrés Manuel López Obrador y no en cualquier tema, sino en asuntos verdaderamente trascendentes.

            Tras su renuncia la primera entrevista de Urzúa fue para la revista Proceso, donde amplió varios detalles apenas mencionados en su carta-renuncia, donde entre puntos destaca los nombres de los colaboradores cercanos al primer mandatario por los cuales presentó su dimisión: Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia, y Manuel Bartlett, director general de la Comisión Federal de Electricidad, con quienes tuvo diversas serias.

            De Romo detalló que intentó usar su influencia para apoderarse de las secretarías de Hacienda y de Economía, “pero el Presidente no lo dejó”, aunque sí impuso a Margarita Ríos-Farjat en el Sistema de Administración Tributaria y a Eugenio Nájera en Nacional Financiera (Nafinsa) y en el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext).

            Acerca de Bartlett recordó las siete demandas preliminares de arbitraje en cortes del Reino Unido y Francia para anular varias cláusulas de los contratos con las empresas FermacaCarso EnergyIEnova y TC Energy-TransCanada, por los gasoductos cuando el problema es que si no se respeta el contrato, TransCanada demandará porque el gasoducto ya se concluyó y, además, de dejar sin gas a la península de Yucatán, poner en riesgo la ratificación del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC).

            También Urzúa admitió que no estuvo de acuerdo con la cancelación del aeropuerto de Texcoco y criticó la construcción de la refinería de Dos Bocas, pero no fue escuchado.

            Entonces no es dudarse que sea el único que dentro del gobierno federal no esté de acuerdo con López Obrador, pero por el momento prefieren mantenerse en perfil bajo.

            Como debiera esperarse también han surgido expresiones de crítica a Urzía, como la de Ricardo Monreal Ávila, coordinador de Morena en el Senado, quien lo que llamó «activismo post renuncia» y lo calificó de arrogante, incongruente y falto de lealtad.

            Pero como lo expresara en la entrevista con Proceso, Urzúa apuntó que cualquiera que critique a López Obrador, se le califica de “neoliberal”. Y esta historia aún no termina y, aunque López Obrador ya lo anticipó, no deberá sorprender si existen nuevas renuncias a la 4-T y revelen nuevos detalles de lo que se vive a su interior.

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