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Un 1 de septiembre diferente / Maullidos Urbanos

  • Ahora será la autollamada cuarta transformación la que controle los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial

Gato de Barrio /

gatodebarrio57@gmail.com / 

Anteriormente, en especial siendo el PRI era el partido mayoritario, el 1 de septiembre, al rendir su informe de gobierno el jefe del poder ejecutivo en turno, se le consideraba como el “Día del Presidente”, por “recibir” el respaldo popular, además el de toda la clase política –diputados, senadores, gobernadores–, quienes acudían a Palacio Nacional, al “besamanos”, para felicitarlo y expresarle su absoluto apoyo a todas sus decisiones, además era un día de descanso oficial.

Con el paso del tiempo cambió ese tipo de “celebración”. Comenzó en 1988, cuando el entonces presidente Miguel de la Madrid Hurtado no solo fue interrumpido sino, además, interpelado por Porfirio Muñoz Ledo, ya diputado de oposición, al cuestionarlo por lo que se consideró el fraude electoral en contra de Cuauhtémoc Cárdenas.

Posteriormente, para evitar conflictos en la sesión del Congreso de la Unión, se acordó que el secretario de Gobernación entregara por escrito el informe, mientras en un acto aparte el mandatario dirigiera un mensaje a la nación. Pero lo extremo fue ya cuando Andrés Manuel López Obrador decidió dar informes trimestrales, más de tipo político.

Ahora, en el “segundo piso de la cuarta transformación”, donde además de la entrega del informe oficial y del mensaje en el Zócalo de la Ciudad de México de la presidenta Claudia Sheinbaum, el 1 de septiembre también significará la desaparición de los contrapesos de los Poderes, cuando los integrantes del nuevo Poder Judicial asuman sus cargos oficiales.

Es decir, ahora será la autollamada cuarta transformación la que controle los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Sobre este último, donde sus nuevos miembros resultaron electos tras las votaciones del pasado 1 de junio, en un proceso impugnado tanto por la desaseada forma como se organizó, por la poca participación ciudadana y los ilegales apoyos a los ganadores mediante los acordeones impulsados por Morena.

Ahora, para este lunes a las cinco de la mañana se programó la “purificación” de oficinas en las instalaciones oficiales del Centro Histórico capitalino; después la ceremonia de entrega de bastones de mando y servicio de los pueblos indígenas y afromexicanos a los nuevos ministros –acto nada tradicional en la política mexicana, implantado por López Obrador–, la toma de protesta ante el Senado y la instalación en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Así, el primero de septiembre será el inicio de una nueva etapa en la historia judicial de México, donde lamentablemente existen pocas esperanzas de que resulte en bien de la sociedad, al anticiparse que ahora responderá a los intereses políticos del partido dominante.

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