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Alebrijes en Cuadratines: Más divisiones en la Izquierda Mexicana

Más divisiones en la izquierda mexicana

 

Adrián Chavarría Espinosa

Alebrijes en cuadratines

 

 

Finalmente se consumó la renuncia de Cuauhtémoc Cárdenas al Partido de la Revolución Democrática, del cual fue uno de sus fundadores allá por finales de la década de los años 80 del pasado siglo XX, cuando conformará una corriente democrática al interior del Partido Revolucionario Institucional.

            Como se recordará, el hijo del general Lázaro Cárdenas tuvo una destacada carrera política bajo las siglas del PRI, donde además de tener varios cargos en la federación llegó a ser gobernador de Michoacán, su estado natal. (Sería el segundo mandatario de esa familia, ya que su hijo Lázaro Cárdenas Batel, sería el tercero, aunque por el PRD).

            Se debe recordar que al concluir su periodo como gobernador en 1986, al año siguiente, figuró entre los dirigentes de la Corriente Democrática del PRI, al lado de Ifigenia Martínez, Porfirio Muñoz Ledo, César Buenrostro y Rodolfo González Guevara, entre otros para abandonar ese partido bajo el argumento de que se había alejado de los principios que le dieron origen en la Revolución mexicana y que la imposición del Presidente de la República en el nombramiento de quien sería candidato presidencial no debía ser aceptada.

            Tras buscar adeptos a su causa democrática, el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, lo postuló como su candidato presidencial donde después se sumaron los partidos Popular Socialista y Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, para formar el Frente Democrático Nacional (FDN), con otras agrupaciones pequeñas como el Social Demócrata, Partido Verde y más tarde el Movimiento al Socialismo, integrado por desprendimientos del PSUM, Partido Mexicano de los Trabajadores, Partido Revolucionario de los Trabajadores.

            Pero en las elecciones del 6 de julio de 1988 y tras la famosa “caída del sistema” se declaró a Carlos Salinas de Gortari como el ganador oficial, con la molestia de toda la oposición. Sin embargo, el Frente Democrático Nacional se ubicó como segunda fuerza política.

            En este mismo año se integra al PSUM, junto con otros miembros de la Corriente Democrática para formar el PRD en 1989, partido del cual es electo Presidente Nacional y por mucho tiempo fue considerado líder moral. Si bien logró ser electo como primer Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, fracasó en tres intentos para ser Presidente de la nación.

            Con el paso de tiempo Cárdenas fue desplazado por otros, en especial uno también expriísta, que se ha sentido como el mesías que rescatará al país de todos sus problemas y, aunque también en tres ocasiones ha aspirado a la presidencia de la república, las mismas en que no ha reconocido su derrota electoral y, ahora, ya con su partido, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), pretende nuevamente postularse para el año 2018.

            ¿Cómo calificar esta renuncia? Pues, en lo personal, lamentable en especial para la izquierda mexicana que demuestra por enésima ocasión que no logra la unión deseable para ser considerada una fuerza política real, representativa de una ideología, que sea capaz de aglutinar a los diferentes sectores sociales para ganar una elección presidencial, a fin de que los mexicanos veamos si serían mejores o peores que los priístas o panistas.

            Una virtud del PRI y el PAN ha sido su unidad interna, donde si bien se han registrado cismas o crisis en su interior, han sabido superarlas con los menores daños posibles y sin la necesidad de definirse alguno de sus dirigentes como “líderes morales”, como sucede en el PRD donde sin tener voto, su voz les resulta más que suficiente para definir situaciones que en lo particular les favorece.

            Un defecto al interior del PRD ha sido la falta de creación de nuevos cuadros dirigentes y, los existentes, se organizan para impedir el ascenso de nuevos grupos. Tan solo, como dato, de los diez presidentes nacionales que ha tenido el Sol Azteca, cinco están fuera de la organización: el citado Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, López Obrador, Leonel Cota y Rosario Robles Berlanga. De la misma forma, en un cuarto de siglo solo han postulado a dos candidatos presidenciales: de nuevo Cárdenas y López Obrador.

            En el caso de López Obrador no le funcionó su demanda de renuncia de Enrique Peña Nieto, ya que en el remoto caso de que así sucediera, sin duda se postularía para las presuntas elecciones presidenciales, ya que su estado de salud no la favorecería esperar tres años más para volver a una campaña político electoral.

            Ahora, en las elecciones del próximo año se verá cómo responde la ciudadanía a las diversas fuerzas políticas de izquierda, donde, de acuerdo a los pronósticos electorales no se les auguran grandes victorias, incluso para el PRD por todo lo sucedido en Guerrero no se le augura que repita el triunfo en la gubernatura.

            En fin, la salida de Cárdenas del PRD no genera saldos positivos y si muchos negativos ya que, lamentablemente, muestra una izquierda débil, fraccionada y enfrentada consigo misma.

Para comentarios está a su disposición el correo ache57@yahoo.com.mx

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