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Maullidos Urbanos / Carrera espacial con más competidores

 

Tradicionalmente la carrera por conquistar el espacio era protagonizada por Estados Unidos y Rusía –así como su antecesora, la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas‑, por ser las mayores potencias de la tierra en el Siglo XX, donde la primera meta, la de llevar al hombre a la Luna, fue ganada por los americanos aunque arrancaron segundos en esta competencia.

Ahora el siguiente reto es llegar a Marte, el llamado planeta rojo, pero son tres los participantes iniciales: a partir de esta semana, Estados Unidos, China y Emiratos Árabes Unidos enviarán naves no tripuladas en una rápida sucesión en el mayor esfuerzo hasta la fecha por buscar indicios de vieja vida microscópica y explorar el lugar para futuros astronautas.

Mientras que Estados Unidos enviará un vehículo de seis ruedas del tamaño de un auto, llamado Perseverance, para reunir muestras de rocas que serán enviadas de vuelta a la Tierra para su análisis aproximadamente dentro de una década, la nave espacial de los Emiratos Arabes Unidos, bautizada como Amal –que significa Esperanza en árabe‑, es una sonda orbital que despegará desde Japón, en la primera misión interplanetaria de esa nación, en tanto China enviará un vehículo y una sonda orbital en la misión llamada Tianwen, traducida como Preguntas para el cielo, aunque autoridades de esa nación no han difundido muchos detalles.

Mientras los políticos debaten sus argumentos para justificar esos viajes, el interés de los científicos es saber cómo era Marte hace miles de millones de años, cuando presuntamente tenía ríos, lagos y océanos que podrían haber permitido la proliferación de organismos diminutos y sencillos, antes de ser el mundo árido y estéril que hoy se supone que es.

No debe omitirse que muchas misiones han fracasado en sus intentos por enviar naves exploratorias a Marte, algunas estallaron, otras ardieron y varias se estrellaron. El último intento sin éxito sucedió en 2011, en un proyecto conjunto de China con Rusia; únicamente Estados Unidos ha logrado llegar en ocho ocasiones, desde las sondas gemelas Viking en 1976, hasta los módulos operativos bautizados como InSight y Curiosity.

El reto no es sencillo, se trata de que cada nave viaje más de 483 millones de kilómetros antes de llegar a Marte en febrero del próximo año, es decir deberán transcurrir entre seis y siete meses, como mínimo, para que una nave salga de la órbita terrestre y se sincronice con la órbita más lejana de Marte alrededor del Sol.

Sin duda resultará interesante, no solo para los científicos, sino para la humanidad entera, el que se pueda dar un nuevo paso en la conquista del espacio.

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