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Maullidos Urbanos: Normalistas incumplidos

 

Gato de Barrio

gatodebarrio@yahoo.com.mx

Supongamos que usted es estudiante y uno de sus compañeros toma prestado sin su permiso uno de sus libros más indispensables para sus clases –se subraya: no se lo robo, simplemente lo tomo prestado, pero sin su permiso, porque lo piensa devolver‑, pero después ese amigo acude ante las autoridades escolares para exigir privilegios académicos, los cuales son condicionados a que devuelva el libro sustraído.

Ese alumno acepta y se compromete a devolver el libro, pero no falta a esa promesa y aún peor, raya y maltrata aún más ese texto. ¿Cómo ve esa situación? En una palabra: inaceptable, sencillamente porque son conductas totalmente negativas.

Pues así se comportan los normalistas de Tenería, quienes impunemente toman prestados casi un centenar de autobuses foráneos, con lo cual se afecta el transporte de personas de varios municipios, en especial del sur del Estado de México. Incluso, acusan a las autoridades estatales de incumplir una reunión en oficinas de SEIEM, porque con la experiencia de meses anteriores cuando las vandalizaron, ahora se encontraban policías dispuestos a evitar una nueva agresión y prefirieron regresar a su plantel en el municipio de Tenancingo.

Ricardo Peralta, subsecretario de Gobernación, atendió y resolvió las demandas de los normalistas, en particular la contratación automática de 84 egresados, pero al ser cuestionado sobre la ilegalidad de sus actos y si se aplicará la ley a los responsables, subrayó que los jóvenes “llegaron a ese límite porque antes no se les escuchaba ni se les atendía y estaban acostumbrados a ser recibidos a toletazos y con gases lacrimógenos; en cambio ahora están sorprendidos de que tengan esta mesa de diálogo en la Secretaría de Gobernación”.

Sin embargo, los normalistas incumplieron sus compromisos, ya que de regreso a su plantel no solo volvieron a tomar la caseta de cobro en la autopista México-Toluca, sino que dañaron sus instalaciones y tampoco liberaron a los camiones y a sus choferes.

Sobre la presunta represión, esa es una falsa apreciación, ya que desde hace años los normalistas de Tenería realizan impunemente esas actitudes y, que yo recuerde, nunca han sido reprimidos con toletazos y gases lacrimógenos pese a sus reiteradas actitudes negativas.

La realidad es que esos normalistas, por no decirles pseudoestudiantes, buscan lograr sus propósitos de manera ilegítima e ilegal, ya que ha quedado demostrado su nulo interés por cumplir sus compromisos y solo aspiran a lograr el cumplimiento de sus exigencias a cualquier precio y sin respetar el marco legal vigente.

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