Maullidos Urbanos: Elementos policiacos sin respaldos
Gato de Barrio
Cuando a un empleado se le ofrecen todas las condiciones y herramientas necesarias para desempeñar sus labores, sin duda ofrecerán buenos resultados; en la iniciativa privada representarán más utilidades, mientras que en la administración pública significara una mejor atención y servicio a la población.
Es decir, resulta necesario que al oficinista o a quien desarrolla labores de oficina se le proporcione la mejor computadora posible, con los programas más actualizados y una eficiente conexión a internet, con instalaciones espaciosas y bien iluminadas; quienes trabajan en el campo deben las herramientas y maquinarias indispensables para cumplir su cometido.
Por ello resulta absurdo que Francisco Garduño, el recién designado comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), descalifique las quejas de los policías federales por las incómodas condiciones de trabajo en los diferentes operativos migratorios al grado no solo de calificarlos sino de aplicarles el peor insulto político en el actual gobierno federal, al llamarlos fifís y es que, aseguró, “eran fifís y quieren seguir como fifís”.
Según el anterior responsable del sistema penitenciario federal, “es que este tipo de policías estaban acostumbrados a estar en el Holiday Inn y comer en bufet, entonces no, aquí es otra condición, es una cuarta transformación”.
Garduño afirmó que los policías federales comisionados al INM comen y pernoctan en bases militares y es que, afirmó, “las de estar en un cuartel con disciplina, comiendo lo mismo que los soldados y estar en el Holiday Inn, pues es totalmente diferente.”
Pero las imágenes difundidas por los elementos inconformes muestran condiciones poco higiénicas, sitios donde el agua de la lluvia penetra en sus tiendas de campaña, entre otras incomodidades que padecen los responsables de contener la migración, principalmente proveniente de Centroamérica sin omitir otros originarios de Cuba, África y hasta la India.
Quizá pueda parecer exagerado que los policías federales ahora asignados a funciones de migración soliciten mejores condiciones para desempeñar sus responsabilidades, pero no se debe invocar la austeridad para minimizar los apoyos que deben tener estos elementos.
De no tener esos respaldos, primero, no se tendrán los resultados socialmente deseados y, segundo, que no es sorprender que en un futuro próximo se registren deserciones por las carencias económicas y materiales, lo que sería lamentable por ser personas capacitadas para enfrentar a la delincuencia.