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Maullidos Urbanos / Visiones encontradas

 

Gato de Barrio

gatodebarrio@yahoo.com.mx

El desarrollo de la ceremonia conmemorativa por el 106 aniversario de la promulgación de la Constitución General de la República Mexicana, realizada en la ciudad de Querétaro, es la mejor muestra de cómo mientras los titulares de poderes federales Legislativo y Judicial mantienen una visión de buscar una mejoría de la nación, el jefe del Poder Ejecutivo mantiene su obsesión por una transformación del país pero a su manera y a sus intereses.

Debe recordarse que en diversas ocasiones el presidente Andrés Manuel López Obrador ha insistido en ir en contra de la corriente política y social, donde no acepta medios tonos, es decir se está con él o se está en su contra, como si su palabra, pensamiento y acciones fueran totalmente acertadas, sin aceptar ninguna crítica.

Así, en su mensaje Santiago Creel Miranda, presidente del Congreso de la Unión, dijo que es necesario recapacitar sobre la responsabilidad que tienen como legisladores, en hacer valer la Carta Magna, puesto que muchas cosas que hoy se discuten ya están escritas en ellas, como el combate a la delincuencia, la garantía de la educación y apoyo tanto en la cuestión social y económica de los mexicanos.

Reconoció: “Históricamente hubo conflictos preelectorales que acabaron con regímenes y hegemonía por la falta de diálogo, hechos que si dócilmente se hubieran acatado, hubiera habido la oportunidad de generar un cambio político a través de las instituciones, hoy tenemos la oportunidad de generar ese cambio y evitar errores del pasado”.

Por su parte Norma Lucía Piña Hernández, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, expresó: “La independencia judicial no es un privilegio, es el principio que garantiza una adecuada impartición de justicia para hacer efectivas las libertades y la igualdad de los mexicanos”; subrayó que esta norma es un inmenso y poderoso manto protector de certeza, confianza, seguridad y, sobre todo, de unión entre las y los mexicanos.

Resumió: “La independencia judicial es la principal garantía de imparcialidad del Poder Judicial siempre en beneficio de la sociedad. La Constitución nos obliga a todas las autoridades en el ámbito de nuestras competencias a promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos”.

Tras aseverar que la Constitución “no es letra muerta, ni ha muerto”, López Obrador insistió: “La Constitución no es letra muerta, por primera vez se establece que estos derechos son de aplicación obligatoria para el gobierno de la República, debemos seguir luchando por los ideales de la Revolución, no dejar de insistir en abrir en la vía legal y política, hacer las reformas necesarias para quitar las impuestas que se hicieran en el período neoliberal, tenemos que continuar generando cambios en el marco legal en beneficio del pueblo”.

Después recordó varias de las reformas constitucionales y trabajos durante su sexenio, las cuales buscan, según él, son para apoyar pueblo mexicano y aseguró que que la transformación y la lucha no es fácil de alcanzar: “La Constitución no ha muerto, y debemos de recordarla, debemos impugnar por la lucha, por la transformación, nada de esto es fácil pero vale la pena luchar por lo que es justo”.

En resumen, mientras los representantes de los legisladores y de los jueces y magistrados propugnan por evitar errores que perjudican a la sociedad, considerando otras opiniones y puntos de vista, el jefe del Ejecutivo insiste en descartar todo lo construido anteriormente para imponer su visión, aunque ésta no sea ni realista ni la mejor alternativa para un verdadero progreso de nuestro país.

 

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