Maullidos Urbanos / Tamaulipas, conflicto preelectoral
Gato de Barrio
En el caso de la persecución del panista Francisco García Cabeza de Vaca, gobernador de Tamaulipas, sobre quien ya pesa una orden de aprehensión, no es solamente un presunto intento de justicia sino es todo un montaje desarrollado por el gobierno federal con el propósito de sacar el máximo beneficio en su favor en la actual temporada electoral.
Muy probablemente el mandatario estatal no es una blanca palomita y sea responsable de los cargos de lavado de dinero y delincuencia organizada, pero no es motivo suficiente para que desde el presidente de la república, pasando por la Unidad de Inteligencia Financiera, los coordinadores legislativos de Morena hasta la Fiscalía General de la República, se involucren en todo un tinglado para quedar bien ante el electorado y buscar “exhibir” a la oposición.
Sin importar que García Cabeza de Vaca no podría ser detenido debido al criterio establecido por un ministro de la Suprema Corte, para no aplicar el desafuero ordenado por la Cámara de Diputados, ya que el congreso local tamaulipeco no lo avaló, la FGR logró que un juez emitiera la orden, aunque de acuerdo con abogados aún podría solicitar un amparo y obtener una fianza para impedir su aprehensión.
Pero ya con esa orden intervinieron otras autoridades para “colaborar” en el caso, como la Unidad de Inteligencia Financiera, quien ordenó congelar doce cuentas de personas físicas y 25 de personas jurídicas vinculadas a García Cabeza de Vaca, bajo el argumento de ser investigadas para “para determinar si de la red de Francisco G. o del gobierno de Tamaulipas se financiaron de forma ilícita campañas electorales”.
También colaboró el Instituto Nacional de Migración al emitir una alerta para verificar, registrar e informar a la FGR sobre los presuntos ingresos y salidas del país, vía aérea, marítima o terrestre, del gobernador, con el fin de lograr su aprehensión.
En fin, aunque desde hace dos años el actual gobierno federal pudo haber iniciado el proceso legal en contra de García Cabeza de Vaca, esperó el momento más oportuno para actuar, considerando que es el actual, a menos de tres semanas de las elecciones.
No se puede asegurar que el gobierno federal podrá detener y encarcelar al gobernador, ya que también él, su legislatura, el PAN así como sus colaboradores y seguidores responderán a estas agresiones. Lo que sí es seguro es que este asunto será un nuevo punto de conflicto político cuyas consecuencias no pueden anticiparse pero no habrá una rápida ni fácil solución.