Maullidos Urbanos: Lesionados en macrosimulacro
Gato de Barrio
Como una forma de que las personas sepan cómo actuar cuando se registra un siniestro, particularmente en caso de sismos, anualmente cada 19 de septiembre se realiza un macrosimulacro en todo el país, fecha en la cual se recuerdan cuando se registraron los más catastróficos movimientos telúricos en el país.
Para ello desde días antes de su ejecución se difunde ampliamente cómo y de qué forma se desarrollará la citada práctica para afrontarla con la mayor responsabilidad posible y alcanzar los mejores resultados, pero lamentablemente no todas las personas asumen este ejercicio con la seriedad necesaria.
En conferencia de prensa realizada en Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno capitalina, informó que durante el ejercicio realizado por la mañana del jueves se registraron 26 lesionados, entre personas que sufrieron desde crisis nerviosas, desmayos, esguinces hasta fracturas.
Además, de acuerdo a lo reportado por varios medios informativos, la participación ciudadana fue menor a la registrada en otros años, es decir que a las personas no otorgan la debida importancia a los simulacros y da la impresión de que hasta les resulta un fastidio.
Sinceramente este tipo de actitudes resultan criticables, ya que quienes no asumen con responsabilidad estas prácticas son quienes desconocen cómo actuar en caso de un siniestro, y en lugar de ser alguien que puede colaborar para evitar posibles saldos negativos, se convierten en carga porque no saben cómo actuar correctamente. Después que no se quejen, se lamenten o intenten responsabilizar a las autoridades si resultan afectadas en algún grado.
Por otra parte también se reportó que fueron activados los 12 mil 354 altavoces instalados en diferentes puntos de la Ciudad de México, pero de todos ellos aproximadamente 495 de éstos aparatos, es decir el 4% no funcionó correctamente, por lo cual se anunció que serán revisados para garantizar su adecuado funcionamiento.
Por ello resultaría que las autoridades capitalinas retomaran la práctica de hacer sonar al menos una vez al mes el funcionamiento de estos altavoces, como sucedía durante la anterior administración para mantener el mejor control posible sobre estos aparatos, a fin de que estén en las mejores condiciones necesarias cuando resulte necesario su funcionamiento, Recuerden que más vale prevenir.