Maullidos Urbanos: Previsiones ante corte de agua
Gato de Barrio
Desde la semana pasada la Comisión Nacional del Agua anunció que debido a obras de mantenimiento en el Sistema Cutzamala, del 31 de octubre al 3 de noviembre se suspenderá casi al 100% la distribución de ese líquido, en especial en trece alcaldías de Ciudad de México y trece municipios del Estado de México, lo cual afectará a millones de habitantes.
Si bien el plan original establecía que el recorte sería de cuatro días, los trabajos se han programado para concluirlos en tres, pero debido a que una vez que se reanude la distribución del agua, su falta podría extenderse dos o quizá hasta tres días más lapso en el cual las redes hidráulicas volverán a llenarse, particularmente las ubicadas en sitios más lejano y altos.
Ante ello tanto autoridades como medios informativos se han dedicado a emitir diversas recomendaciones para que las personas afronten la falta de agua en los días críticos, como recoger en cubetas el agua de la regadera mientras sale la caliente, bañarse a jicarazos, reusar el agua del lavado de ropa, no lavar coches o patios ni bañar a mascotas, además de llenar tinacos y cisternas y acumular el líquido en todo tipo de recipientes, lavadoras incluidas,
Entre esas medidas que ya se ejecutan en estos momentos destacan dos, una es programar la compra de pipas de agua para las fechas señaladas, realizada por personas con suficientes recursos económicos para contratar ese servicio y, la segunda, comprar cubetas y tambos de agua para guardarla en casa.
Sin embargo ambas acciones ya han registrado un sensible encarecimiento. En el caso de las pipas su costo se ha incrementado hasta en 50%, además muchas de las empresas dedicadas a este servicio ya informaron que están saturadas de pedidos, tanto de los clientes cotidianos como quienes han formulado sus solicitudes en las últimas horas.
Respecto a la compra de cubetas y tambos ante su reciente demanda, estos recipientes también han registrado un aumento de precios, lo cual no ha impedido que su demanda se mantenga constante, aunque también debe considerarse qué uso tendrán estos artículos una vez que se reanude la distribución del agua.
Cada quien sabrá cómo afronta la escasez del líquido, pero el consejo sería que muchas de esas medidas preventivas no se abandonen una vez terminada la suspensión, sino deberían ser permanentes pues el problema de la falta de agua será cada vez más constante y de existir conciencia social sobre la conservación y uso racional de este recurso natural, entonces estas crisis serían menos frecuentes lo cual sería muy benéfico, en especial para el medio ambiente.