CONFRONTACIÓN POR EL NUEVO ETIQUETADO / MAULLIDOS URBANOS
Gato de Barrio
Ante la determinación de que en los próximos meses deberá entrar en vigor el nuevo etiquetado en alimentos y bebidas alcohólicas en México, donde se pasará de los porcentajes de ingredientes a sellos donde se advierte cuáles tienen altos o excesivos niveles de grasas, azúcares y sodio, entre otros.
Ante esta disposición los empresarios han expresado su inconformidad. Por ejemplo, Iñaki Landáburu Llaguno, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Abarroteros Mayoristas, rechazó el nuevo etiquetado pues consideró que propiciará «la caída de venta en un 25%»; además consideró que impactará a las empresas productoras de alimentos procesados, es decir, 140 empresas mayoristas y 630 mil tienditas de abarrotes que «estarían en riesgo de cierre en el mediano y largo plazo».
Ello, afirmó, implicará una baja en ventas porque serán muchísimos los alimentos con nuevo etiquetado: dulces, golosinas, pan, leches, lácteos, yogurt, quesos, paletas, entre otros. Por ello, los empresarios anunciaron una serie de acciones para impedir esta disposición.
Sin embargo para Christian Skoog, representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), consideró que el nuevo etiquetado frontal de advertencia para alimentos y bebidas alcohólicas en México será uno de los mejores del mundo por su claridad, sencillez e información ofrecida.
Detalló que “contempla las mejores experiencias internacionales y la evidencia científica más actualizada y relevante, por lo que podría incluso convertirse en un ejemplo para otros países que atraviesan este proceso de lucha contra el sobrepeso y la obesidad”.
A través de un comunicado destacó que el nuevo etiquetado de advertencia debe contar con el apoyo de toda la población y de diferentes grupos de interés para que su proceso de adopción sea lo más rápido y adecuado posible y subrayó: “Es responsabilidad de todos impulsar esta eficaz acción en la lucha contra el sobrepeso y la obesidad y por la salud de la infancia en México. Nuestros niños no sólo lo merecen: es su derecho”.
Ahora, ante ambas posturas usted podrá tener la mejor opinión, pero también debe considerar que sin importar cuál sea el tipo de etiquetado prevaleciente, esa decisión resultará insuficiente sin existir una buena orientación al consumidor de lo que significa consumir en exceso esos ingredientes, sin limitarse únicamente a la obesidad y sobrepeso, sino también a sus consecuencias futuras en la salud de todos y cada uno de los consumidores.